Se han seguido emitiendo las bajas y los cambios de destino. Estas resoluciones son, aseguran los familiares, de “doble sentido”, porque consideran “malintencionada” la reincorporación, en muchos casos denuncian que les obligan a firmar con amenazas, y esa reducción de años de servicio les afecta a su jubilación.
“El alto mando no está actuando de buena fe, siguen con sus imposiciones, cobrando venganza, porque cuando uno tiene buena fe no se procede de esa manera”, sostuvo la representante de esposas de suboficiales y sargentos de las Fuerzas Armadas, Sandra López.
Agregó que los militares que retornaron a sus unidades son controlados mediante la policía militar y que están acuartelados y virtualmente no tiene contacto con sus familiares.
DISCRIMINACIÓN EN LOS SOCORROS
En ese sentido, uno de los sargentos también denunció que “desde que uno nace a la vida militar ya está discriminado, por ejemplo, por ejemplo: el socorro de un soldado, actualmente es de dos bolivianos por día, del alumno, aspirante a sargento, es de tres bolivianos y del cadete cuatro”, aseguró a EL DIARIO, un militar que pidiendo reserva de su identidad detalló aspectos económicos en los que se observa las discriminación por la cual están movilizados cientos de suboficiales y sargentos de las tres fuerzas, que junto a su esposas piden la reforma de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA).
En varias ocasiones, tanto Sandra López de las esposas, como los suboficiales representantes de los movilizados, ha reiterado que su demanda no tiene que ver con el aspecto salarial, pero luego de analizar de manera profunda, dichas reivindicaciones tienen consecuencias en el tema económico.
Por tal razón, el sargento que no ha participado en las movilizaciones pero apoya el pedido de sus camaradas, decidió difundir detalles sobre el procedimiento del pago de salarios, debido a los spots televisivos del Ministerio de Comunicación en los cuales se afirma que la discriminación no existe.
ALIMENTACIÓN
En el caso de la alimentación, el militar afirma que en la actualidad se mejoró este aspecto, pues el presupuesto destinado a la alimentación del marinero ahora es de cinco bolivianos con ochenta y cinco centavos por día para el alumno, es decir, el aspirante a sargento, el Gobierno le destina cuatro bolivianos con cincuenta centavos por día y al cadete o aspirante a oficial, le otorga cinco bolivianos con cincuenta centavos, explicó.
Es en este punto, a su criterio se observa una discriminación injustificada pues asevera que todos, desde el militar de menor rango hasta el de más alta jerarquía tiene el mismo derecho de alimentación, “pero fíjese desde ahí inicia la discriminación, ¿todos comen lo mismo, no es así? O ¿alguien debe comer mejor?, ahí está lo que pedimos, desde que uno nace a la vida militar está viviendo las discriminación”, cuestionó.
Otro aspecto, es el referido al tema educativo, pero ligado también al tema económico. El sargento detalló que los uniformados que realizan estudios y logran la obtención de títulos, además de tener que hacerlo de manera independiente a la vida castrense y con recursos propios, no son reconocidos de manera adecuada por sus códigos internos y enfrentan una serie de candados para que por estos estudios les otorguen una mejora salarial, algo que solo ocurre con sargentos y suboficiales y no así con los oficiales de alto rango.
Según el actual reglamento de régimen salarial de las FFAA, en el artículo de VII, donde se establece como se debe proceder al pago de bonos fijos, que elevan los ingresos según los títulos académicos logrados, pero en su nota tercera, especifica: “El personal que estudió una profesión a nivel técnico y luego continúa para la licenciatura, convalidando estos estudios, no es acreedor a este beneficio”.
Según la explicación, esta nota discrimina y atenta en contra de la nueva ley de educación Abelino Siñani, pues los estudios a nivel técnico y técnico superior no son tomados en cuenta para que el pago de este bono, si no se hace de manera continua y a nivel de licenciatura.
Otro de los aspectos es el que se estipula dentro de los bonos jerárquicos, el cual, en 2010 fue modificado para incluir a los suboficiales, pero el monto es tan insignificante que en el caso de los suboficiales iniciales, vale decir luego de cinco años de antigüedad, estos acceden a este beneficio que solo es de un moto aproximado de Bs 20.
En otro ejemplo el sargento asegura una mayor diferencia, “ahora, aquí es donde se vuelve abismal la diferencia, pues el único bono que nosotros percibimos es este, el Diplomado de la Escuela de Perfeccionamiento de Suboficiales y Sargentos, es el único y es de 20%. Ellos, (oficiales superiores), hacen el diplomado en Altos Estudios Nacionales, Magister, donde sumado, el porcentaje da el 40% y nosotros no podemos acceder a esto porque la norma no nos permite, es solo para oficiales”.
El sargento, a pesar de compartir las demandas de sus camaradas, no logró sumarse a las movilizaciones, debido a las constantes amenazas de sumarios, corroboró las denuncias de los familiares en sentido de que se está amedrentando al interior de las unidades militares y con documentos originales dio cuenta del cambio de destino, que el Alto Mando Militar ha dispuesto con el fin de frenar las movilizaciones y tratar de cubrir las irregularidades en la entidad castrense de los superiores, sin embargo manifestó al final de la entrevista, que el tema sigue pendiente y las familias continuarán con sus protestas por una vida más digna en las Fuerzas Armadas, ya que es necesario eliminar el racismo y discriminación.
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