Familia denuncia caso de acoso escolar a Ejecutivo y Legislativo

(Agencias).- Carlos Alfredo Camacho Moro falleció el 24 de octubre de 2008 luego de quedar cuadripléjico presuntamente porque cuatro de sus compañeros de curso lo empujaron en una piscina, su muerte fue el acto culminante de tres años de “bullying” o acoso escolar que sufrió sin que las autoridades educativas tomaran medidas para identificar a los responsables del hecho.

Su madre, Ana Victoria Camacho Moro, denunció seis años de retardación de justicia y persecución de quienes buscan que el caso se cierre y quede en la impunidad. En esa línea, entregó cartas al Presidente del Estado, del Legislativo, de los presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados, Ministerio de Gobierno, Ministerio de Justicia, al diputado Javier Zavaleta, presidente de la Red Parlamentaria por la Niñez y la Adolescencia y la diputada Miriam Terrazas.

“¿Por qué la fiscalía no ha tomado decisiones teniendo un Informe Forense y también la reconstrucción de los hechos? ¿Cuál es la respuesta ante estos casos de Bullying por parte del Ministerio de Educación y de la Dirección Departamental de Educación (DDE)? ¿Por qué no se tiene un informe con respecto a este hecho por parte de la Defensoría de la Niñez y de la Adolescencia? Porqué tampoco se me ha brindado garantías personales?”, cuestionó.

Dos personas confirmaron que la muerte de Carlos Alfredo no fue accidental, pero luego negaron ello a la hora de hablar en los estrados judiciales en una actitud de encubrimiento.

El 24 de octubre del 2008, con autorización de la directiva y administración del indicado colegio, el curso de Carlos Alejandro asistió a un paseo pedagógico al balneario Güembé en la zona de las Colinas del Urubó. En dicho lugar en circunstancias no esclarecidas, el niño aparece cuadripléjico en una de las pozas de agua.

En su lecho de muerte, la víctima revela a su madre que fue empujado por sus compañeros Rodrigo Liaños, Luis Castedo, Jorge Vaca y Piero Bazzoli. Se inicia proceso en contra de la directora del establecimiento, de la subdirectora, de la profesora que estaba a cargo y contra el Biocentro Güembe, por el delito de homicidio culposo.