Río de Janeiro.- Las dos mayores ciudades de Brasil y sedes del Mundial de fútbol que comienza en 35 días vivieron ayer un día de caos por las protestas de los Sin Tierra y de los Sin Techo en Sao Paulo y una huelga de conductores de autobuses en Río de Janeiro.
Otros manifestantes que exigían mejorías en el transporte bloquearon una importante vía en Belo Horizonte, tercera mayor ciudad brasileña, en tanto que en Florianópolis y Belén, capitales regionales, hubo paralizaciones parciales de autobuses y, en Fortaleza, los barrenderos públicos en huelga cerraron calles del centro de la ciudad, informó Efe.
Las protestas de ayer son un preludio de lo que le puede esperar al país durante el Mundial, ya que las organizaciones sociales vienen convocando desde comienzo del año a manifestaciones entre el 12 de junio y el 13 de julio contra las millonarias inversiones del Gobierno en el evento de la FIFA.
Diferentes sindicatos, entre los cuales el de la Policía Federal y los de empresas productoras de alimentos, también han amenazado con paralizar sus actividades durante ese mismo período, cuando unos 600.000 extranjeros estarán en el país para asistir al Mundial.