Washington.- Estados Unidos denunció ayer la “brutalidad” del régimen de Bachar al Assad en la ciudad de Homs, de donde han comenzado a replegarse los rebeldes, y pidió al presidente sirio que ponga fin a la violencia contra su propio pueblo.
“No hay una solución militar” en Siria, afirmó ayer en rueda de prensa la viceportavoz del departamento de Estado, Marie Harf, quien describió a Al Assad como un “dictador brutal”, dispuesto, dijo, “a maltratar a su propia gente”, informó Efe.
“Necesitan facilitar el acceso del pueblo (de Homs) a la asistencia (humanitaria)”, afirmó Harf, quien subrayó que la diplomacia es la única vía para solucionar el conflicto sirio.