Sedes recomienda al municipio esterilización masiva de canes

Oruro, (EL DIARIO).- El Servicio Departamental de Salud (Sedes) recomendó a la Municipalidad de Oruro “realizar campañas masivas de esterilización canina”, para evitar la eliminación física de centenares de perros callejeros y vagabundos que caminan en diferentes zonas de la capital.

El responsable de Epidemiología del Sedes, Juan Carlos Challapa, dijo que la esterilización se debe efectuar a machos y hembras, con el objetivo de controlar la proliferación de canes en la ciudad de Oruro, cuya estimación es de más de 120 mil ejemplares que viven entre las 500 mil personas.

La campaña de esterilización fue considerada como un hecho positivo, antes que la eliminación de los animales detenidos, porque “ellos no tienen la culpa de la irresponsabilidad de los dueños que no saben controlar a las mascotas y, por eso, existen perros vagabundos en diferentes zonas de la ciudad”.

Hace un año, se tenían 120 mil perros. Se estima que hay un perro por familia de cinco personas. En algunos casos, los amantes de los perros cuidan a 10, 20 y 30 canes, dedicándoles tiempo y recursos para mantener su alimentación.

El Servicio Departamental de Salud considera que ya es tiempo de aplicar un nuevo método de control de la crianza de perros, porque se ha podido evidenciar en las calles y mercados la proliferación de canes sin dueños, sin vacuna y que están transmitiendo peligrosamente el mal de rabia, tal como se detectó en febrero, marzo y abril pasado.

Challapa recomendó también la realización de un censo para determinar con exactitud la cantidad de perros que hay en la ciudad. A simple vista, advirtió que hay más canes que están poniendo en peligro a la ciudadanía en general, como el caso de la muerte de un niño y un adolescente que fueron contagiados con el mal de rabia.

El Centro de Zoonosis de Oruro tampoco puede acoger a más de 40 canes todos los días o eliminar a los perros.

A partir de la fecha, los centros de salud de la ciudad y las provincias tienen también la obligación de vacunar a los perros, ya sea con campaña o sin campaña, con el objetivo de evitar la proliferación del mal de rabia entre los animales y los humanos.