¿Desarrollo y progreso?

Es necesario analizar los conceptos desarrollo y progreso, para dejar en claro sus diferencias. El desarrollo socioeconómico, según el diccionario, es la evolución progresiva de una economía, hacia mejores niveles de vida. El progreso socioeconómico significa la acción de una sociedad, para ir hacia adelante. Se aclara que el desarrollo económico es necesario, pero no suficiente para el progreso social.

Investigadores de la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts presentaron una novedosa metodología para medir el Índice del Progreso Social (IPS) de las naciones. En abril 2014, la investigación midió el bienestar de los ciudadanos en 133 países.

El IPS es un ranking que considera 53 indicadores, agrupados en tres dimensiones medibles que revelan la situación de comodidad social en un país, a saber:

Necesidades humanas básicas. Ingerir nutrientes necesarios, recibir asistencia médica de categoría, contar con adecuada infraestructura de saneamiento, aire, y agua de calidad, vivienda y nivel de seguridad óptimo…

Fundamentos del bienestar. Los conocimientos básicos, las comunicaciones e informaciones fidedignas, ecosistema sostenible…

Oportunidades. A los derechos personales corresponden el acceso a la educación superior, la libertad personal, la equidad, la inclusión…

El IPS no considera al Producto Interno Bruto como variable directa, pero asume que un PIB elevado conduce a una mejor calidad de vida o bien establece que la riqueza generada en un país, sin adecuados mecanismos de redistribución no es garantía de progreso social. En resumen, al medir el bienestar de los ciudadanos en 133 países, en América Latina, Costa Rica ocupa el puesto 45; y Bolivia 119, Cuba 124 y Venezuela 128 están en los últimos lugares del novísimo índice.

En cambio Desarrollo Social es la condición de vida de una sociedad, en la cual sus necesidades “auténticas” se las satisface mediante uso “racional y sostenido” de sus recursos económicos, provenientes de sus sistemas naturales. Para ello se usa elementos científicos, económicos, tecnológicos, de conservación y utilización ecológica, así como lo social y político, que no encuentran contradicción con los aspectos culturales de los colectivos involucrados.

“Un Gobierno que explota los recursos naturales de un país, limitando las necesidades para la mayoría de los ciudadanos, no es exitoso” y “El crecimiento económico sin Desarrollo Social termina en descontento”, son conclusiones de The Social Progres Imperative (3.4.14), al publicar el ranking sobre Desarrollo Social, considerando 135 países, donde Bolivia ocupa el lugar 105.

Con seguridad que los gobernantes del Estado Plurinacional de Bolivia conocen estos resultados de carácter internacional. Pero los encargados de planear las políticas económicas del Estado, con oscuras intenciones mienten y confunden a los conductores del Estado, sobre la verdadera dimensión de lo que es desarrollo y progreso social, por ende engañan a todo el pueblo. Por algo se sostiene que “los gobernantes están sentados sobre un barril peligroso de mentiras”.

No es novedad que para el Gobierno de turno, en los últimos ocho años ha existido un “auge económico”, debido a la explotación de nuestros recursos naturales; también sabemos que el dinero proveniente de esos emprendimientos, fue derrochado de manera calamitosa. En ese periodo hubo todo tipo de transacciones económicas para 99% de proyectos deficientes en varios campos, “en base a decretos y sin licitación”, adquiriendo hasta naves aeroespaciales, por un monto aproximado a los 60.000 millones de dólares, sin beneficio “real” para el pueblo. Por ejemplo, las 587 canchas de fútbol con pasto sintético no cambiarán la calidad de vida de los bolivianos.

Lo bochornoso es que esos proyectos y gastos fueron publicitados cínicamente, en medios de comunicación del país, pagando alrededor de 10.000 millones de dólares, que incluyen además la apropiación de varios medios de comunicación. Lo humillante para el pueblo es saber que ese dinero le pertenece, pero un grupo de delincuentes lo ha utilizado para su beneficio, en propaganda política, durante ocho años de gobierno. El único desarrollo de elite que se percibe es el aumento de la soberbia y opulencia de nuestros mandantes, que nunca se preocuparon por el progreso social del pueblo, por lo que no se atiende necesidades básicas como vivienda, alimentación, agua, no existen los derechos personales, los índices de mortalidad son elevados, debido a la pésima atención sanitaria, los accesos a conocimientos básicos, a educación superior y a medios de información moderno son paupérrimos.

Conste que por respeto a la “alta moral del Gobierno”, como declaró el Vicepresidente, (5.5.14.), no se incluye temas sobre la coca, narcotráfico, contrabando de oro, Cumbre G77, etc. Estos actos de corrupción siempre cuentan con impunidad y el pueblo dará su veredicto el próximo 12 de octubre, pese el fraude ya instalado.

El autor es docente universitario.

almamor2003@hotmail.com