Uno de los grandes tenores de la historia:
Pocos tenores han disfrutado de un éxito igual al del tenor italiano Beniamino Gigli, considerado el único, sucesor verdadero del legendario Enrico Caruso. Gigli nació 17 años después que Caruso, el 20 de Marzo de 1890 en el pequeño pueblo de Italia, Recanati, cerca de Ancona sobre la costa adriática.
Desde una temprana edad mostró una fuerte inclinación por el canto y fue admitido en el coro de la catedral local antes de los 7 años. Su maestro fue Quirino Lazzarini, el organista de la catedral y el primero en darle lecciones al joven Beniamino, pero también fue instruido por Giuseppe Guzzini, el sacerdote de la catedral local.
Su primer experiencia en el escenario sucedió cuando tenía 17 años, todavía un niño, cuando interpretó el papel principal en una producción estudiantil de la opereta La fuga de Angélica, el 28 de Abril de 1907 en la capital de la provincia, Macerata. El cantante estuvo viajando alrededor de Italia y cantó en todos los teatros regionales más importantes: entre 1914 1915 en el teatro de Génova en las obras Manon, y Tosca; Mefistofeles en Bologna, Palermo y Nápoles (San Carlo) en 1915, Cavalleria Rusticana y La Favorita en Nápoles. Durante 1919 y 1921 cantó en el Monte Carlo y viajó por Sudamérica, donde fue muy bien recibido y apreciado en el Teatro Colón de Buenos Aires, y en San Pablo, Brasil.
En 1924 recibió una gran aclamación en Berlín por su interpretación en La Boheme, Tosca y Rigoletto, y estuvo impresionante en la obra Andrea Chenier durante su debut en el Covent Garden en el año 1930. Dos años después, una disputa sobre su salario culminó su magnífica carrera en el Metropolitan. La gestión estaba reduciendo los salarios como consecuencia de la recesión económica, y el gobierno, incrementó radicalmente los impuestos de rentas, lo cual le permitió a Gigli renunciar a su contrato con el teatro en modo de protesta, y regresar a Italia.
En Italia, su verdadera Patria, se afilió con el movimiento fascista de Mussolini. Beniamino falleció en Roma, el 30 de Noviembre de 1957, a los 67 años, luego de haber sufrido un ataque al corazón, como resultado de una miocarditis (inflamación de dicho órgano), diabetes y gripe asiática. Indudablemente 41 conciertos en 4 meses y medio a los 65 años de edad, y noches donde había cantado, como mucho 34 piezas, habían cumplido su cuota suficiente.
Su carrera duró 41 años aproximadamente; durante ella realizó más de 400 grabaciones, protagonizó casi 20 películas e interpretó 62 papeles diferentes, además de haber realizado 2.249 presentaciones en todo el mundo.
Fue un gran tenor de las obras de Puccini, y se sentía cómodo con el repertorio tradicional, pero pronto se aventuró en un repertorio para tenor más complejo y cantó roles de Verdi, tal vez como resultado de su notoria competición con el tenor Giácomo Lauri-Volpi. El poseía originalmente una voz lírico ligero, lo cual implica una voz de tenor con calidades spinto y con un envolvente y aterciopelado timbre, por lo general referido a su dulzura.
Sus defensores hablan de la voz de tenor más hermosa que jamás hayan oído, con un uso exquisito de la voz mezzo o intermedia. En cambio, a sus detractores les desagrada a causa del uso excesivo de sollozos, aspiraciones y sentimentalidad, y por no poder alcanzar notas límite lo suficientemente sólidas y potentes.
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