[Raúl Pino-Ichazo]

CARTA DEL EDITOR

La docencia es conectarse con el espíritu del educando



Cuando uno vive la docencia todos los días se podría inferir que es labor sin dificultad establecer un perfil nítido de esta polivalente figura universitaria y de postgrado, habidas las constantes mutaciones en los esquemas de la docencia superior, todo lo contrario, no es tarea fácil. Todavía es indefinido su perfil administrativo en el que convergen heterogéneas funciones de docencia, de investigación, administrativas y añadidas, por el tiempo, otro cumulo de circunstancias; creación y organización, relación interdisciplinaria en el plano científico, aparición de otras categorías de profesorado y un sinnúmero de reglamentaciones que no han contribuido ciertamente a clarificar y exaltar, sino difuminar la imagen tradicional del Catedrático, protagonista estelar de la educación superior y piedra angular que confiere consistencia a todo sistema educativo.

No basta que el Catedrático universitario sea solamente enseñante, aunque es imprescindible ejerza esta condición con competencia y dignidad en la formación de aquellos que mas tarde se incardinaran en la vida profesional y científica, sino que es su misión la de percibir con singular atención las vocaciones de los que quieran seguir la docencia y además estimularlas.

Ser consciente que el Catedrático al mas alto nivel de su función, ha de crear a su vez, nuevos maestros, exige en el clima superior universitario que el docente tenga una acendrada vocación investigadora para que el binomio enseñanza-aprendizaje, al cual debería añadirse la investigación para que se transforme en una trilogía, se revelen nuevos valores como peldaños de una escalera. La categoría humana del Catedrático es condicionante excepcional en el acontecer universitario que lo inclina a ser formador de buenos profesionales con proclividad a saber mas allá de lo rutinario y animador-creador de una acusada tendencia científica en los estudiantes. Se debe lograr lo esencial en las funciones del Catedrático, que se resumen en: gestión, profesorado(enseñanza-docencia), investigación y la mas noble: su calidad de maestro.

En el Catedrático-Gestor se concentra un equipo de trabajo con actividades docentes e investigadoras. En ellas se incluyen, además del Catedrático, los profesores titulares, ayudantes y personal administrativo, que constituyen sus recursos humanos y los materiales son las oficinas, instalaciones, equipos audiovisuales, acervo bibliográfico y ciertos fondos financieros. La cátedra es una pequeña empresa inserta en otra mayor cual es la universidad, donde surgen los clásicos problemas de gestión como ser la planificación, organización, coordinación, recursos y relaciones con las instituciones universitarias y otros. Esto clarifica que los que prestan el servicio de enseñanza son los profesores, mientras que los usuarios son, en estricto sentido, los estudiantes y estos tienen el derecho de exigir que el servicio se desarrolle de la manera mas eficiente posible y que la enseñanza se imparta en optima forma, así el catedrático no podrá declinar su responsabilidad en los aspectos precitados que le exigen amplio sentido de previsión y organización, capacidad de mando, tacto, decoro y discreción.

En el Catedrático-profesor emana la docencia como su función mas característica, la mas destacada y la mas exigible al Catedrático, independiente de su conocimiento digno y de nivel adecuado de la disciplina o materia, de su lugar en el conjunto de ciencias, de su evolución, sus relaciones con las demás ciencias y sus aplicaciones, el Catedrático deberá disponer de unas elementales condiciones pedagógicas, capacidad para la comunicación oral y escrita y aptitudes en el trato y relaciones humanas. Aquí se debe reconocer que no hay normas concretas ni fijas sobre lo que es perfecto en la enseñanza como le sucede a la conducta moral, porque lo mejor en la vida humana es siempre lo que sea eficaz, y esta cualidad no depende de las normas sino del modo de aplicarlas que ingresa al ámbito humano; así un plan de enseñanza irreprochable en manos de un profesor incapaz no sirve para nada, ni las mejores leyes son útiles cuando las aplica un juez incompetente.

El Catedrático- investigador es inseparable con la autentica vocación docente y del espíritu investigador que significa ampliar el campo del conocimiento de la materia impartida y la imperativa necesidad de vitalizarla abriendo nuevos derroteros científicos, de esta forma se enlaza la cátedra con los programas estatales y empresariales en sus urgencias especificas estructurando las anheladas relaciones Universidad- Sociedad, de cuya vigencia se promueve la labor creadora en investigadora en el estudiantado, especialmente en la dirección de las tesis doctorales y trabajos de investigación, asignándole sentido moderno y desmitificando la cultura excesivamente academista que produce distanciamiento con la sociedad.

El Catedrático-maestro inviste la misión más noble, sin duda, la primordial, la integradora de las restantes, aquélla que no explicitan los reglamentos: es la función del Catedrático forjando seres humanos.

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (345 Kb)


Publicidad

Sociales

CONCIERTO DE CÁMARA EN EL CÍRCULO DE LA UNIÓN

La Orquesta de Cámara Juvenil de Bolivia Clásica junto al clarinetista Lucas Viscarra.

TORNEO DE GOLF EN MALLASILLA

Horacio Eber, Franco Urquidi, Fernando Pardo, Tomás Barrios, Miguel Navarro y Carlo Carrasco.


Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:9.40 Bs.
1 UFV:1.94355 Bs.

Impunidad