No es la primera vez que poblaciones íntegras se prestan como base de operaciones del narcotráfico, así como del contrabando, sin duda males tan difíciles de erradicar como socialmente nocivos. Ahora es el turno de Yapacaní, tramo entre Santa Cruz y Cochabamba, en circunstancias en las que reedita un masivo bloqueo ocurrido a fines de abril pasado por la no construcción de un cuartel de Umopar. En esa oportunidad, se llegó a poner la piedra fundamental del cuartel en el área urbana de dicha localidad. Al presente se rechaza el mismo proyecto en las afueras del pueblo, como había quedado acordado para poner fin al primer bloqueo.
Entre las poblaciones dedicadas al narcotráfico o que lo colaboran se encuentran en calidad de “rojas” Yapacani y San Germán, entre otras, en esa región. El ministro de Gobierno, Carlos Romero, comparte esa sospecha, pero la participación de las juntas vecinales y de varios concejales del municipio son indicio de que se trata de un centro muy comprometido al respecto. Tan es así que los concejales son objeto de investigación policial por presuntos nexos con la ilícita actividad, mientras el Alcalde comprometió la cesión de varias hectáreas a Umopar, promesa por la que fue objeto de censuras y presiones. Quienes se oponen a la presencia de uniformados alegan que su “actividad” se vería perjudicada, ¡cómo no!, y además que temen abusos bajo pretexto de combatir el narcotráfico.
No son menos comprometedoras las revelaciones de la Felcn, ya que solamente en Yapacaní habría ejecutado desde el 2012 a la fecha, 6.097 operativos, apresando a unos 26 narcotraficantes; intervenido 6.021 fábricas de cocaína y 239 laboratorios de cristalización, decomisando 5 toneladas de droga. En estas condiciones se justifica plenamente que Umopar despliegue una de sus dependencias en ese lugar.
Reportes casi cotidianos anuncian descubrimientos de fábricas y laboratorios de cocaína e inclusive el decomiso de la más sofisticada y cara llamada “ice”, amén de que el ilícito se constata en zonas altiplánicas y del Occidente y no sólo en el Oriente.
Se ha hecho frecuente recurrir a la muletilla de que Bolivia es tránsito del estupefaciente hacia el Brasil. Si bien tal hecho es real, ello no desmiente que al mismo tiempo el país deje de ser productor -como lo señalan muchos datos- pecando también de consumidor creciente. Es más, hay evidencias de un intenso tráfico de Bolivia hacia el Perú. Entre marzo de 2013 y abril de 2014, se ha incautado o siniestrado en territorio peruano unos cinco aviones de matrícula boliviana transportando en cada viaje hasta 400 kilos de cocaína. Son datos que lejos de llevar a las autoridades a la tranquilidad, exigen medidas extremas de control y seguridad.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |