La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, alabó la reacción del jugador brasileño del FC Barcelona, Dani Alves, ante un incidente racista durante un partido en el estadio del Villarreal en la ciudad de Castellón, España.
El jugador recogió un plátano del terreno de juego y la mordió antes de tirarla, publicó BBC Mundo.
Rousseff escribió en su cuenta de Twitter que Alves dio una respuesta valiente y contundente al racismo en el deporte.
Cientos de personas, incluidos futbolistas y políticos han manifestado su respaldo al futbolista desde entonces, posteando fotos de ellos mismos comiendo una banana.