Siempre por el futuro de Bolivia

Mi artículo titulado “La sentencia del canciller chileno”, publicado en EL DIARIO de 30/4/2014, ha generado un comentario del señor Jorge Villanueva Suarez (EL DIARIO, 6/5/2014), lo cual me alegró mucho, porque indica que existen ciudadanos que gustan de leer los artículos de opinión que enviamos al periódico y que muy gentilmente publica inquietudes que tenemos algunas personas sobre temas que interesan al país.

1º.- Para comenzar no dije que “no habrá mejores días si…”, sino que al comentar la sentencia del canciller chileno, Sr. Muñoz, quien asegura que nuestro retorno al mar “está CERRADO para siempre”, menciono que ese mal deseo del señor Muñoz puede cumplirse SI los bolivianos continuamos siendo indisciplinados, desordenados y otros vicios que nos perjudican mucho y pienso que esa observación la comparten muchos buenos compatriotas.

2º.- Si todas mis observaciones YA fueron tratadas “una y mil veces” por grandes personalidades de nuestra historia, es un indicativo de que la gran mayoría de los bolivianos somos duros para aprender y por tanto incapaces de captar y asimilar las buenas observaciones y consejos para mejorar nuestra condición de ciudadanos de bien. En relación con mejorar la dirigencia política, estoy de acuerdo con el desglose del tema que hace el señor Villanueva y, como complemento, me permito sugerirle muy respetuosamente que lea mi artículo titulado “¿Capacitación para gobernantes?” (EL DIARIO, 5/4/2012). En cuanto a lo de “eterno carnaval”, el señor Villanueva lo ha descrito tan bien que ni yo podría haberlo hecho mejor y por lo cual le agradezco.

3º.- El punto más importante de mi análisis se refiere a “mejorar el trabajo de la administración pública y controlar la corrupción” y en este caso el comentario del Sr. Villanueva es un simple “¡Vaya, vaya!”, que es lo mismo que decir QUÉ ILUSO, a lo cual debo contestar que para mí, como profesional capacitado, encarar esos temas y lograr mejoras no sería difícil, lo que sí es difícil es conseguir la voluntad política suficiente para llevar a cabo esas tareas y conseguir resultados efectivos. Debo decirle al Sr. Villanueva que todavía no conozco y de seguro no conoceré, en lo que me queda de vida, a un dirigente político que acepte la existencia de controles técnicamente implementados, que colaboren al desarrollo de la administración pública y simultáneamente les limiten sus excesos en el uso y abuso de los bienes y recursos del Estado.

Para concluir debo afirmar que sí soy pesimista en relación con nuestro futuro, en tanto y en cuanto se continúe con la forma en que se hace política y se administra el país.