Emerge museo de García Márquez

La Casa Museo Gabriel García Márquez, ubicada en el caribeño poblado colombiano de Aracataca, cuna del fallecido Nobel de Literatura, se ha convertido en un auténtico patrimonio de las letras en este país sudamericano.

La institución cultural abrió sus puertas en marzo de 2010, después de un arduo trabajo de restauración de la residencia que pertenecía a los abuelos del creador de Cien años de soledad, gracias a una alianza del Ministerio de Cultura y la Universidad de los Andes.

La labor de reconstrucción, de hecho, fue vital para dar vida a este nuevo museo que rinde homenaje a la más importante figura literaria de Colombia, ya que la casa original donde el escritor vivió su infancia fue demolida hace más de 40 años.

La Casa Museo recrea minuciosamente los espacios en los que transcurrió la infancia y adolescencia de García Márquez en Aracataca, con base en las memorias del propio literato contenidas en su obra autobiográfica “Vivir para contarla”.

El laureado escritor, que falleció el pasado 17 abril en la ciudad de México, recordó con frecuencia su infancia y adolescencia y la Casa Museo que lleva su nombre fue la génesis de buena parte de su creación literaria, en particular el mundo imaginario de Macondo.

La residencia cuenta con 14 ambientes característicos de las viviendas caribeñas de la primera mitad del siglo XX, en tanto que los nombres de cada espacio de la casa fueron acordados con el mismo Nobel de Literatura 1982.

En la residencia destacan el despacho del coronel Nicolás Márquez, donde el abuelo del escritor se ocupaba de los negocios; la sala de visitas, el taller de platería, el cuarto de hospital, el comedor, la sala de recibo.

También figuran el corredor de las begonias, el cuarto de los abuelos, el del niño “Gabo”, el de Sara Emilia -hija del tío Juan-, el cuarto de los trastos, la cocina y despensa y el cuarto de los guajiros y el patio.

La casa original donde García Márquez vivió su infancia fue demolida en 2006 y la reconstrucción se hizo a partir de varias fuentes, según el Ministerio de Cultura de Colombia.

La primera fuente para hacer la reconstrucción fue “el imaginario del Nobel, poniendo especial atención en la descripción que hace en el libro ‘Vivir para contarla’, su autobiografía”.

También se utilizó el testimonio que dejó Luisa Santiaga Márquez, madre del fallecido escritor, así como las exploraciones realizadas en el predio y los testimonios de familiares y amigos, como el de la vecina Ruth Iriarte.

El proyecto de reconstrucción permitió recrear características propias de la arquitectura de la región, casas en tabla y bahareque con teja de zinc.

En la investigación se buscó recuperar el ámbito cultural y la distribución de los espacios de la casa de acuerdo con lo descrito en la autobiografía del Nobel colombiano.

Con el propósito de valorar, proteger y difundir el patrimonio cultural de Colombia, el ministerio del rubro hizo una inversión mayor a los 350 mil dólares para levantar esta Casa Museo, incluyendo los estudios de obras y la interventoría. (El Informador)