Vecinos de Satélite demandan controles

Guillermo Alipaz, vecino de la zona Ciudad Satélite, aseguró que tanto las farmacias como las agencias de empleo son los sectores donde jóvenes y adolescentes son captados para diferentes fines, como explotación laboral o trata y tráfico de menores con fines pornográficos o sexuales, razón por la que los habitantes de este barrio demandan mayor control por parte de la Gobernación y el propio Municipio.

“No es sorpresa conocer de este ilícito donde una personas propietaria de una farmacia esté relacionada con la pornografía, porque si una persona tiene algo de perspicacia, se dará cuenta de que son las jovencitas quienes solicitan orientación a las farmacias regidas por varones para poder solucionar un problema de embarazo. Uno de los casos se conoció en mi zona, donde una de las adolescentes casi pierde la vida porque habría adquirido medicamentos con la finalidad de interrumpir el embarazo y cuando sus padres buscaron denunciar, no pudieron hacerlo porque no había pruebas, como factura, testigos o algo que constante que ella compró el medicamento en esa farmacia, es por eso que no se pudo detener al propietario de esa entidad”, recuerda Alipaz.

Las experiencias de obtener medicamentos sin receta médica es una constante en la ciudad de El Alto donde la población de diferentes niveles económicos y edades buscan evitar la visita médica  optando por la automedicación, pero de ello a ser víctimas de uso de imágenes pornográficas de acuerdo con Alipaz, son casos que deben ser controlados porque todas las farmacias tiene una tras tienda donde efectúan inyecciones  y se desconoce que hubiera alguna actividad ilícita.

Entretanto, María Cordero, vecina de la avenida del Policía donde está ubicada la farmacia que realizaba supuestos hechos ilícitos, da cuenta que esta entidad era concurrida por la “oferta” destinada a mujeres de realizar una revisión ginecológica casi gratis  que ellas debían pagar sólo la medicación, razón por la que cree que muchas de las víctimas no sólo son de escasos recursos sino de una formación educativa primaria.

“La oferta económica  y la falta de conocimiento de sus derechos o los posibles delitos que se estaban cometiendo, es uno de los factores por la que se aprovecharon de ellas  y es por eso que nunca denunciaron y quien denuncia es alguien cercano a la familia quien sabe por haber sido sometida a estos abusos, pero las demás mujeres que llegan a más de 50 ni conocen que paso con sus fotos”, lamenta Cordero.