Del sindicalismo al gremialismo

La evolución del movimiento obrero boliviano tiene características importantes que serán objeto de estudio por parte de especialistas en esa materia y así mismo se podrá conocer la influencia de ese sector social en el desarrollo de la vida nacional.

Hasta mediados del siglo pasado el movimiento obrero tenía alto peso cuantitativo y cualitativo no sólo en la economía sino también en la política del país. Fue, en primer lugar, la corriente nacionalista más importante para sacar a Bolivia de la condición colonial y pasar a la nacional.

Inicialmente los obreros apenas podían organizarse en sindicatos clandestinos, pero finalmente a partir de 1952 pudieron agruparse en un ambiente de libertad necesario no sólo para formar sindicatos aislados, sino crear la Central Obrera Bolivia (COB), que tuvo notable influencia en el acontecer boliviano, aunque, finalmente, debido a cambios estructurales en el devenir histórico del país, así como por errores de consideración en sus niveles de dirección, entró en declinación que ha determinado nuevas características para su existencia orgánica.

Al haber perdido el norte, los obreros del país perdieron su condición de trabajadores libres y desprovistos de toda forma de propiedad material y empezaron a convertirse en propietarios y pequeños empresarios con tendencia a “aburguesarse” -según la literatura política. Pero no sólo eso, también dejaron de existir los sindicatos formados por obreros libres y en cambio han aparecido los gremios o sea agrupaciones de pequeños propietarios de sus medios de producción, como ser herramientas, automóviles, camiones, parcelas de tierra, etc.

Se trató, pues, de un cambio sustancial en la composición de clases de Bolivia. La amplia clase obrera se redujo tal vez en 90 por ciento y la masa de pequeños empresarios aumentó en porcentaje tan considerable que en la actualidad la población boliviana está conformada casi en su totalidad por lo que en sociología se denomina “pequeña burguesía” y, además, con tendencia a formar una clase rica.

Finalmente, esos cambios han determinado que prácticamente desaparezcan los “sindicatos”, es decir organismos formados sólo por obreros carentes de toda propiedad y con claros objetivos políticos y aparezcan, en cambio, los “gremios” que son agrupaciones de pequeños empresarios, campesinos, comerciantes, etc., que tienen, además, bajo su dependencia a obreros. En general este amplio sector social practica el capitalismo salvaje que ha adquirido en Bolivia poder extraordinario y tiene su propio desarrollo con metas económicas y políticas bien definidas, que seguramente tendrán mucha influencia en el futuro del país.

Ese cambio cualitativo en la masa de trabajadores ha determinado, finalmente, que la COB deje de ser un organismo formado por sindicatos de obreros, convirtiéndose en una agrupación de gremios de los llamados pequeño burgueses o “aristocracia obrera”. En ese sentido se podría decir que la vieja COB ha periclitado y ha dado paso a otra COB totalmente diferente de la tradicional, tanto en sus estrategias como tácticas.