Valioso aporte

El 15 de mayo, en un simpático acto se hizo entrega del nuevo aporte intelectual del demógrafo Augusto Salvador Soliz Sánchez, con el libro “Crecimiento y distribución espacial de la población de Bolivia”, con datos que parten del período 1825-1882 y un mayor detalle en el periodo 1950 -2012.

En un mundo cuya población crece de manera exponencial en las últimas décadas, lo cual representa un serio problema en la ecuación recursos del planeta versus la demanda de recursos naturales y alimentos para sustentar las necesidades de un conjunto humano que en 2010 ya era de 7.000 millones de habitantes y cuya proyección se sitúa en 9.600 millones para el 2050.

Para el periodo 1900-2012, el autor ha utilizado los datos correspondientes a los principales censos y encuestas levantados en este periodo. Su análisis resulta clave para contribuir en la definición de política que, según se infiere de todas las propuestas gubernamentales, apunta acciones hasta el 2025. Sólo dos casos inmediatos: el de Pacto Fiscal, para definir el reparto de los recursos financieros que se generan a favor del Estado y el cual supone negociaciones duras y confrontaciones, ya que cada cual quiere la mayor tajada posible de la torta. De igual manera, con base en datos de población y territorio, está en debate el problema de asignación de representantes ante la Asamblea Plurinacional. Es otra papa caliente porque supone que el número de votos que los miembros a elegir inclinarán por una u otra solución en los diferentes temas que confieren a los intereses del país, con puntos de vista, donde por lo general hay divergencias.

A título de presentación, destacaré unos pocos aspectos del contenido de este trabajo, ya que la columna exige síntesis. Nuestro país no escapa a la realidad de crecimiento de la población en nuestro territorio, aunque con ritmos distintos para los periodos analizados 1950-76, 1976-1992, 1992-2001 y 2001- 2012, para el último periodo se ha tomado los datos del reciente Censo Nacional de Población y Vivienda, en cuya elaboración Augusto fue un actor importante. Las cifras nos enseñan que en los últimos 60 años se ha reconfigurado la situación de un país de baja densidad poblacional, muy mal distribuida, a otro más integrado, aunque todavía con la tasa más baja de densidad de nuestro continente.

Sorprende que los datos revelen un crecimiento elevado de 73% en el primer periodo a 21,2% en la última década, lo cual se explica por numerosos factores: procesos migratorios internos, mejoras en la salud y la alimentación, aunque la tasa anual cae a principios del Siglo XXI. Con todo ello, “para los últimos 50 años del Siglo XX, la población boliviana alcanza apenas a un milésimo de la población mundial.” Sin embargo, “la tasa media de crecimiento anual de la población boliviana desde 1950 se ha mantenido en un nivel más alto que la tasa de crecimiento de la población mundial”. Resulta significativo destacar que en 1900 la población rural alcanzaba a 1,3 millones de habitantes y la población urbana a poco más de 200.000. En contraste, según el Censo del 2012, la urbana llega a cerca de 7 millones de habitantes, cifra que es más del doble de la población rural.

El libro será una fuente de consulta valiosa para los profesionales del ramo, estudiantes de colegio y universitarios, sociólogos, economistas y políticos que necesitan de información veraz, confiable para sus propios estudios y toma de decisiones en torno a esta variable crucial, como es el capital humano del país.