Odiosa forma de pago a Cotel

La Paz es hermosa con sus espacios geográficos. Es incomparable su lago Titicaca y el majestuoso Illimani es el centinela nevado que resguarda a los habitantes paceños. Sus barrios son típicos, algunos de la zona sur recuerdan a los de ciudades europeas.

La ciudad es única, pero también estresante, porque desde hace años paga un precio muy alto por ser sede del Gobierno y tenemos que soportar injustamente bloqueos y marchas de todo tipo, con diversos personajes y hasta por inverosímiles y ridículos motivos, afectando nuestro derecho a transitar libremente.

Por si fuera poco, en vez de facilitar las cosas, desde hace algunos meses nos complican la vida con la disposición para pagar las facturas de Cotel sólo en sus oficinas o agencias, que tampoco son muchas y soportar largas filas. A quién se le ocurriría esto y no es por querer adoptar una posición cómoda y fácil, pero debemos ser prácticos, dar un buen servicio a los clientes, que en este caso somos todos los paceños. Porque Cotel es de los paceños, antes era de los políticos. Nuestra ciudad casi siempre está afectada por marchas, bloqueos, trancaderas y antes podíamos pagar esas facturas en los bancos, ahora somos obligados a ir a las agencias de la telefónica.

En algunas de sus oficinas ahora ya no saben qué decir, ¿que Cotel no tiene dinero para pagar a los bancos?, ¿tan mal estamos?, ¿tan mal nos dejaron? Ese es su problema, el del usuario es recibir un buen servicio, que no es barato, a lo mejor deberían cobrar por llamadas. Encima molestarnos con hacernos peregrinar y hacer largas filas para pagar por el servicio telefónico es un verdadero abuso. ¿Qué hacen los defensores del consumidor ante tal situación?

Si no hay dinero para pagar a los bancos, que disminuyan sus sueldos si los tienen muy altos. Si estuvieran quebrados (según artículos de prensa escrita), que investiguen a funcionarios y a parientes políticos, que sancionen verdaderamente a quienes dañaron a la empresa, si fuera así, a lo mejor si se encontrara bienes o fortunas mal habidas, si las hubieran, recuperaríamos el valor de nuestras acciones, que costaron a los paceños y no paceños.

La Asamblea de la Paceñidad, la Prefectura o el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz o alguien más tendría que reclamar y poner las cosas en su lugar. Cuando se tiene mucho tiempo libre, uno puede ir paseando por las calles a pagar esas facturas, pero no todos pueden darse ese lujo. Sería bueno que por el bien de los paceños, porque somos los dueños de esas devaluadas acciones, exijamos y tengamos un buen servicio y dejemos de pensar en lo odioso que se ha vuelto el pagar las facturas de Cotel sólo en sus agencias.

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