Ser o no ser... Merkel

Berlín, (Europapress).- La política hace teatro y el teatro hace política, por supuesto, pero ambos ejercicios suelen abordar el drama. En esta ocasión, sin embargo, se trata de una desternillante comedia que acaba de ser estrenada en el Festival de Teatro del Ruhr, que se celebra en la localidad de Recklinghausen, y cuya catarsis afecta a toda Europa. La obra lleva por título ‘Mutti’ (traducido ‘Mami’. Es una sátira en la que la protagonista, Angela Merkel, se ve obligada a asistir a una terapia de grupo con el resto de los miembros de la malavenida gran coalición de gobierno de Berlín, con los que necesita mejorar su nivel de comunicación. De fondo, para terminar de redondear la actualidad de la representación, una final del Mundial de Fútbol de Brasil de la que espera sacar rédito político. Merkel, la auténtica, ha dicho hoy que no podrá ir a ver la obra por cuestiones de agenda.

La psicóloga les propone adoptar los roles de una familia e interactuar como tales, para romper barreras psicológicas y entender mejor el punto de vista del otro. A Sigmar, el líder socialdemócrata y número dos del gobierno, le toca ser el marido de Merkel (“esto es un matrimonio a la fuerza”, protesta) y sigue a regañadientes las instrucciones de la terapeuta.

Psicóloga: ¿cómo está su esposa?

Sigmar: ¡yo qué sé!

Psicóloga: pregúntele

Sigmar: vale, venga, hola Angela ¿cómo estás?

Angela: no sé.

Sigmar: ¿me dices en serio que no sabes cómo estás?

Angela: ¿acaso tú lo sabes?

Sigmar: pues sí, mira, estoy mal. Tengo una presión que me arde en el estómago y me irrita la garganta. Tengo que hacer esfuerzos para seguir aquí de pie, haciendo esta farsa.

Angela: síntomas gripales, quizá.

Psicóloga: Verá, Angela, creo que lo que Sigmar intenta describir se llama sentimiento.

“La figura de Angela Merkel es fácilmente parodiable y los alemanes se identifican tanto con ella que ofrece unas posibilidades teatrales magníficas. Además, el hecho de que el gobierno y la oposición se hayan integrado en una gran coalición de gobierno se presta al enredo y a las situaciones cómicas, por lo que no ha sido nada difícil escribir el texto”, explica la autora, Juli Zeh. “De hecho no hay más que cerrar los ojos e maginar cómo deben ser esas reuniones a puerta cerrada en las que políticos que piensan exactamente lo contrario se ven obligados a mostrar un acuerdo”, sonríe.