La explotación de recursos no renovables

Un cuadro de la minería, los hidrocarburos y la “industrialización” no muestra resultados tan positivos como quisiéramos, por lo que la bonanza difundida por voceros del Gobierno se encontraría en tela de juicio. En relación con el estaño -tradicional fuente de ingresos del país- las cosas no andan bien. Huanuni, la mina estañífera más importante del país, encara el retraimiento del mercado por la baja de la economía de China. Inclusive si la demanda de esta potencia fuera normal, la producción de Huanuni no podría satisfacerla.

Esta mina de gran potencial registra elevados costos de producción, empezando por los sueldos de Bs. 30.000 mensuales y más de sus 4.560 trabajadores, aunque se cree que serían 6.000 asalariados. El Gobierno ha dispuesto que el BCB facilite a esa mina un fideicomiso de 56 millones de dólares, sin que se explique su finalidad real, y espera poder elevar de 800 a 1.000 toneladas mes al presente, a 3.000 toneladas mediante la construcción de un nuevo ingenio. Este elevado número de fuerza de trabajo sólo se explica por la absorción de miles de cooperativistas que pretendían la explotación.

El oro carece de control y se lo exporta en calidad de “deshecho”. Se denunció que una empresa que exportó $US 260.000.000, pagó por impuestos risibles Bs. 1.900. Las autoridades no prestaron atención a la denuncia. La explotación de oro, casi en su totalidad, está en manos de cooperativas acogidas al régimen simplificado. No cumplen con ninguna formalidad, ni la de domicilio conocido.

La planta de separación de líquidos de Río Grande, con un costo triplicado del precio original, terminó costando 184 millones de dólares, pero al fin y al cabo sirve para evitar la exportación gratuita de otros elementos componentes del gas. El Primer Mandatario hace poco anunció una inversión de 1.800 millones de dólares en plantas petroquímicas en Tarija. Dijo que el proyecto se encuentra en “estudio de ingeniería conceptual”. Para los entendidos se debía empezar por analizar el mercado de los plásticos, que es lo que se pretende producir en dichas plantas. Añaden que la demanda de material plástico está saturada en el planeta y que la tecnología que se requiere es compleja, siendo aconsejable asociarse empresarialmente para evitar contratiempos.

La seducción a primera vista no acierta. El mundo de los negocios -como el de los derivados de hidrocarburos- es terreno fértil para la caza de incautos. La intención puede ser buena, pero los negocios y la técnica se basan en conocimientos ciertos y ni siquiera en probabilidades. He ahí a modo de ejemplo el “elefante blanco” de Karachipampa y otros.

La prioridad nacional en el rubro hidrocarburos es la prospección y perforación de nuevas áreas, y lo mismo ocurre en la minería. No es con inversiones bajas que se logra objetivos. YPFB anunció que en el departamento de La Paz se invertirá este año $US 47,6 millones para explorar los campos de Liquimuni, de un total de insuficientes $US. 131 millones inherentes al ya viejo proyecto.