¿Evo gobierna desde Sucre?

Hoy recordamos un nuevo aniversario del primer grito libertario lanzado en Chuquisaca el 25 de Mayo de 1809. Mi pariente espiritual lo recordó con su habitual civismo para luego preguntarme si yo había vivido alguna vez en la Capital de la República y si conocí la Casa de la Libertad, respondiéndole en forma afirmativa, agregando que había tenido el honor de haber conocido a don Joaquín Gantier, el inolvidable guardián y mantenedor de ese simbólico recinto, que es el templo sagrado para quienes amamos la Libertad y odiamos las tiranías, palabras que emocionaron a la cholita cochabambina, quien estrechó mis manos y me dijo “choquemos nuestras manos, compadrituy, porque yo también amo la Libertad y detesto a los tiranos”.

A continuación - cumpliendo su labor humanitaria-, abrió los periódicos para hacerme conocer las principales noticias para que yo me enterase, sobresaliendo una que anunciaba que nuestro presidente vitalicio Evo Morales gobernaría el país desde Sucre, que sigue siendo la Capital de la República.

Al conocer la realización de algunas actuaciones tradicionales, mi comadre Macacha me preguntó si yo tenía algunos amigos en Sucre que nos pudieran ayudar a conocer más detalladamente los pasos principales de nuestro mandatario, respondiéndole que mis amigos más elocuentes son algunos locos que se hallan internados en el Hospital Psiquiátrico, popularmente conocido como el Manicomio Pacheco.

La cholita de Quillacollo quiso saber cómo conocí a dichos “colifatos”, viéndome obligado a relatarle que yo también estuve internado en dicho manicomio hace bastantes años, cuando fui recluido al enloquecer de amor por una flaquita, patitas de alambre, a la que confundí con las Columnas de Hércules, por lo que fui enviado al mencionado centro de salud, donde hice amistad sincera con varios orates que aún permanecen allí y siguen siendo mis amigos.

Mi inteligente comadre me animó a que recurriéramos a ellos para obtener mayor información acerca de las actividades del presidente Evo desde la Capital de la República, propuesta que acepté.

Llamé a mi amigo Napuco, el último de los muchos Napoleones que hay en el manicomio, preguntándole si sabía algo acerca de las actividades de nuestro presidente Evo, informándome Napuco que Evo no pudo aguantar tantos días sin viajar y se trasladó a Santa Cruz para conversar con Lula Da Silva, expresidente del Brasil, a quien le contó maravillas acerca de la “revolución cultural” que dirige desde hace mucho tiempo, dándole a entender al brasileño que no piensa abandonar el mando, lo cual admiró al visitante. Napuco que no es ningún “coxuater” me contó que en el Manicomio Pacheco él y sus amigos internos están perfectamente informados acerca de la gestión presidencial que cumplió Lula Da Silva, quien es ahora un personaje cercano al Poder y goza ahora de una gran fortuna; mi comadre Macacha y yo quedamos admirados de la clarividencia y de los conocimientos que tienen los locos del Manicomio Pacheco, lamentando ambos que nuestro Presidente no hubiera visitado el manicomio, donde los internos habrían podido jugar al fútbol con Evo Morales, quien ahora pertenece a los registros del club “Sport Boys” de Montero.

Macacha concluyó diciéndome: “menos mal, compadrituy, que nosotros no estamos locos”.