Según datos desagregados del censo de población y vivienda del año 2012, un total de 487 mil personas de nacionalidad boliviana abandonaron el país entre el año 2001 y el año 2012 engrosando a millones que ya viven en otros países. La cifra es considerable si tenemos en cuenta que somos un país muy despoblado y con un potencial muy grande de territorio.
Las causas son diversas, pero, en todo caso, la principal es la falta de trabajo o empleo en el país y esto se debe, casi única y exclusivamente, a la ausencia de fuentes de riqueza que generen empleo. Buena parte de ese éxodo es de jóvenes que han buscado otros países para seguir sus estudios y que, en muchos casos, logran acomodo en puestos de trabajo que les permitan solventar el logro de una profesión.
Las condiciones económico-financieras de muchas familias han sido causa muy corriente para que familias íntegras se dividan porque el esposo y padre de familia debe abandonar a los suyos en pos de conseguir un trabajo que le permita solventar sus necesidades. La mayoría de los migrantes está constituido por personas entre 18 y 35 años que incluyen a profesionales formados en nuestras universidades, pero que, por falta de empleo, se han visto obligados a emigrar.
El caso de migrantes a Europa aumentó grandemente en los últimos años por las condiciones de vida y trabajo que se ofreció, aunque, en general, para quienes han abandonado a su familia para lograr mejores condiciones de vida, no siempre la información sobre la calidad de trabajo, las condiciones en que se vive ni el trato que reciben de los países recipendiarios son las más apropiadas; en la mayoría de los casos se disimula o resta las malas condiciones de vida tan sólo para evitar angustias familiares. Lo importante para una mayoría es el logro de salarios que permitan solventar su vida y, en la mayoría de los casos, lograr remanentes financieros para enviarlos a la familia.
Poco muy poco se hace en el país para paliar esta situación; al contrario, a los migrantes que suman varios millones, se añade el caso de quienes se han visto obligados a abandonar el país, han llevado a sus familias no sólo para el logro de empleo, sino para contar con seguridades que, muchas veces por razones políticas, no se encuentra en el país.
El drama es mayor, mientras no haya leyes que permitan conformar empresas que creen riqueza y generen empleo, mientras no haya una Ley de inversiones con las garantías jurídicas debidas y existan condiciones para que los capitales humanos y tecnológicos sean productivos y generadores de bienes que permitan diversificar la economía. En todo esto, debe cumplir labor muy importante el Gobierno, que debería abandonar políticas que impiden el trabajo de empresas productivas. Debe, por otra parte, al margen de aprobar leyes, proponerse apoyar todo lo que sea generación de riqueza y empleo.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |