Se fue un buen hombre

Uno de los iconos de la dirigencia deportiva boliviana que dedicó su vida al deporte dejó de existir a sus 71 años.

Jorge España Ortiz, ex presidente del Comité Olímpico Boliviano falleció el pasado lunes y el deporte boliviano llora su partida.

Fue un hombre de una gran personalidad, y de gran poder de convencimiento que en eventos internacionales mostró su inteligencia privilegiada lo que le permitió ser presidente de la Organización Deportiva Bolivariana (ODEBO).

España, fue un incansable luchador por el deporte boliviano, su pasión fue la disciplina del levantamiento de pesas con el que se vio nacer en la dirigencia y con el cual llegó a la presidencia del Comité Olímpico Boliviano y hoy por hoy su hijo Jorge, sigue su legado.

En sus viajes representando al país siempre busco relevancia internacional, se codeó con grandes dirigentes de elite, en las reuniones nunca pasó desapercibido y siempre saludaba a los delegados en su idioma, ocupó varios cargos internacionales pero siempre buscando el bienestar del deporte boliviano.

Durante el tiempo que estuvo al frente del Comité Olímpico Boliviano mantuvo una estabilidad directriz, siempre supo conciliar las divergencias y las ponencias lo que le permitió mantenerse por más de 17 años al frente del deporte boliviano.

España, fue uno de los gestores para la organización de los Juegos Bolivarianos de 1993 que tuvo como sedes a las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz, también puso sus oficios para que Bolivia nuevamente sea nominada sede de los Juegos Bolivarianos el 2009 con Sucre como sede principal.

También luchó para que La Paz sea sede de los Juegos Odesur, hizo las gestiones y consiguió su objetivo, pero los conflictos sociales que vivía Bolivia le jugó una mala pasada y por seguridad la Organización Deportiva Sudamericana decidió cambiar de sede y Argentina organizó los juegos.

España dejo el cargo de presidente del Comité Olímpico Boliviano el 2010, con el deber cumplido y con muchos trabajos pendientes, si bien se retiró de la dirigencia siempre estuvo pendiente de su pasión el deporte.

Desde su partida el Comité Olímpico Boliviano no mantuvo una estabilidad y bien enfrascados en luchas intestinas por manejar el poder sin importarles el bienestar de nuestro deporte.