Movimientos migratorios generan condiciones para actividades ilícitas

El director de Gestión Fiscal, José Manuel Gutiérrez, asegura que los movimientos migratorios que se dan a localidades con mayor desarrollo económico generan condiciones óptimas para el desarrollo de actividades ilícitas.

Como ejemplos, el entrevistado mencionó a Santa Cruz en Bolivia; Buenos Aires en Argentina y San Pablo, en Brasil.

“Esas ciudades se convierten en polos de atracción para temas ilícitos, donde se genera más dinero y donde funcionan organizaciones del crimen”, indicó.

El Ministerio Público identifica que el tráfico de personas realizado por bolivianos en ciudades de desarrollo, registran grados de explotación laboral por parte de quienes captan conciudadanos, es decir que bolivianos captan en nuestro país para explotarlos en fábricas, máquinas (textiles), trabajos de agricultura y la actividad sexual, en condiciones infrahumanas.

Considerada la trata y tráfico de personas como “la esclavitud del siglo XXI”, en Bolivia la Policía ha desarrollado operativos continuos para desbaratar varias redes criminales que se dedican a esta actividad como es la comercialización de personas. Los grupos de mayor vulnerabilidad son los niños y niñas adolescentes y mujeres, quienes sufren explotación laboral, prostitución e, incluso, la venta ilegal de sus órganos, explicó Germán Castro, sociólogo de profesión.

En tanto que en el Ministerio Público observa con preocupación que las víctimas o su familia, recurren a la Policía para recuperar a algún familiar, pero no continúa el proceso en contra de los sindicados. “No denuncian fácilmente, lo que de alguna manera perjudica la labor de los operadores de Justicia”, afirmó Gutiérrez.

“En ese sentido, desde 2011 se ha iniciado procesos de sensibilización con los medios de prensa a nivel nacional y local, a través de conferencias y talleres en los cuales se trató la problemática, donde Bolivia es considerado un país de origen en el tráfico de personas”, dice el informe.

En 2010, se registró un total de 260 casos de Trata de Seres Humanos, de Migrantes y de Personas; en 2011 un total de 226 casos; y en la presente gestión se apertura 115 casos investigados, de los cuales se logró devolver el 50%, informó el coronel Adolfo Cárdenas, director de la entidad especializada.

Asimismo, el Director de la entidad policial aclara que en un año se habrían recabado alrededor de 695 denuncias de personas desaparecidas, de las cuales más del 76% retornaron a sus domicilios luego de que se constató en el proceso de investigación que esas denuncias, las cuales son clasificadas como personas que huyeron de sus hogares, no son incluidas en los casos aperturados de trata y tráfico de personas.

Tomando en cuenta la clasificación de los tres delitos, sólo en la mitad del año, en Santa Cruz hay 32 denuncias, en la Sede de Gobierno 20, en El Alto 28, luego le sigue Cochabamba con 14, Potosí al igual que Tarija con seis, Trinidad cinco, Cobija con cuatro y Sucre con uno, además en Oruro no se presentaron casos.

Según la coordinadora nacional de Delitos Sexuales, Trata y Tráfico de Personas y Violencia en razón de Género, Fabiola Tito, estas cifras son consideradas elevadas y se deben a dos factores.

El primero es porque el Ministerio Público, a través de sus unidades especializadas, actúa de oficio. Un segundo factor se debe a que todos los casos de personas desaparecidas ahora se abren bajo el delito de trata de personas.

En la explicación del Ministerio Público a los medios se informó que las redes, grupos o personas que se dedican a esta actividad ilícita en Bolivia operan tanto a nivel interno como externo.

En el primer caso, se recluta a jóvenes de Oruro y Potosí, además de algunas provincias, para llevarlas hasta Santa Cruz de la Sierra para una explotación laboral y sexual, es decir que la capital oriental aparece como la principal ciudad en Bolivia donde se registra este tipo de delitos.

A nivel internacional, la ruta de tráfico de seres humanos comienza en ciudades como Oruro, Potosí inclusive de La Paz, luego se trasladar a las víctimas a Santa Cruz para después sacarlas por Yacuiba(Tarija) rumbo a Buenos Aires (Argentina) como también a San Paulo (Brasil) para una explotación laboral.