Flavio Iturri Arias
“Cada valle, cada montaña, cada desfiladero, cada aldea es una Republiqueta independiente que tiene su jefe, su bandera y sus campos de batalla”.- Bartolomé Mitre.
Los estudiantes, que son la levadura moral de los pueblos, necesitan conocer que en otros tiempos, de vital importancia para vivir la libertad de la que ahora gozamos, existió un guerrillero que era sacerdote, pero más que todo era un “Libertador”. Es necesario recordar y guardar en la memoria que sacerdotes entregaron su sangre y sus vidas en toda América, como en México lo hizo José María Morelos, nacido en Michoacán y otros; en Bolivia Esteban José Antonio Medina, nacido en Sica Sica y muerto en La Paz, etc.
Uno de los guerrilleros más temidos durante la independencia fue el sacerdote doctor Ildefonso Escolástico de Las Muñecas Alurralde, durante la Republiqueta, es decir Guerra de la Independencia. Fue Larecaja la más temida por la Corona española, cuyo batallón sagrado se estableció en la población de Ayata (1814 - 1816). El sacerdote Muñecas estableció su batallón sagrado con biblia y sable en mano, dirigió muchas batallas en Cariquina, Pacaures, Huallpacayo, Ulla Ulla y en la ciudad de La Paz. Aquí su hermano fue fusilado por fuerzas realistas, al salvar la vida del sacerdote Muñecas.
Este paladín de la Libertad fue para mi concepto el primer guerrillero sudamericano y un 27 de febrero de 1816 su última batalla la realizó en los aledaños de la Capital Ayata (actual provincia Muñecas), en el lugar llamado Choquellusca, a 4.500 metros sobre el nivel del mar, lo que determinó la desarticulación de la Republiqueta de Larecaja. El sacerdote era apoyado por naturales lecos de Aten, desde ya mestizos y criollos patriotas, habiendo sido derrotados por 600 soldados realistas bien armados y alimentados, al mando de Agustín Gamarra. El sacerdote se vio obligado a escapar con 30 sobrevivientes a la población de Camata, donde muchos fueron capturados y fusilados en la plaza principal. Mientras Muñecas escondido en las cuevas de Incasamaña fue capturado, trasladado a la ciudad de La Paz y desde Viacha por órdenes superiores de autoridades peninsulares, ordenaron que el valiente sea juzgado en el Perú.
Pero lamentablemente el 8 de mayo de 1816, cuando caía el crepúsculo fue cobardemente abatido por la espalda, por el Capitán Pedro Solar en el paraje denominado Antacagua, cerca de la población de Guaqui. Sus restos fueron sepultados en el cementerio y su óbito dice lo siguiente: “En el año del Señor de mil ochocientos diez y seis años, a nueve días del mes de Mayo, Yo el Presbítero D. Pedro Portugal cura propio de esta Doctrina de Santiago de Guaqui Vicario Foráneo del Partido de Pacajes. Enterré con oficio cantado y di sepultura dentro de la iglesia en el Presbiterio al cuerpo mayor D. Ildefonso Muñecas, al parecer de edad de cuarenta años, cura propio de la Matriz de la ciudad del Cuzco, quien murió en el campo de este pueblo sin los santos sacramentos y al que lo trajeron perteneciente a esta mi Doctrina y para que conste lo firmo, Pedro Portugal”.
En la última batalla guerrillera de Choquellusca murieron más de 200 patriotas, entre fusilados y decapitados, sellando así la suerte de la Republiqueta más temida de América: Larecaja.
El autor es profesor DDA.
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