Nadal ganó sin convencer

El español Rafael Nadal, número uno del mundo, logró ayer su tercera victoria en Roland Garros, donde persigue sumar su noveno título, un triunfo ante el argentino Leandro Mayer que no fue tan convincente como reflejaba el marcador.

El español es, junto con su compatriota David Ferrer, el único de los principales aspirantes a la Copa de los Mosqueteros que ha llegado a los octavos de final sin perder una manga. Pero la forma en la que ganó a Mayer, 65 del mundo, no fue todo lo apabullante que se esperaba.

Nadal se impuso por 6-2, 7-5, 6-2, con un juego sin estridencias, cumpliendo el guión y, sobre todo, muy conformista con su saque. Una circunstancia que encontró explicación al final del partido, cuando el jugador explicó que arrastra desde el inicio del torneo un problema en su espalda que le hace sacar más flojo.

Esos problemas hicieron que bajara la intensidad de su servicio y permitieron a Mayer alargar el segundo set. Hasta que una postrera reacción del español acabó por decantar la manga de su lado.

El cuadro femenino, convulsionado por la eliminación de las tres mejores del mundo, sufrió una nueva baja de talla, la de la checa petra Kvitova, que cayó ante la rusa Svetlana Kuznetsova por 6-7(3), 6-1, 9-7.

La rumana Simona Halep, cuarta del mundo, ganó su duelo contra la española María Teresa Torro-Flor por 6-3, 6-0, mientras que la serbia Jalena Jankovicj, sexta, se impuso a la rumana Sorana Cirstea por 6-1, 6-2.