Mauricio Mamani Pocoaca
Los medios de comunicación por un caso chistoso hicieron famoso a Percy Fernández como Honorable Alcalde “mete mano”. Tanta propaganda en las redes sociales, en los comentarios de prensa y televisiva, ni siquiera se dio importancia a las disculpas públicas. Al respecto una mujer televidente opinó lo siguiente: “La periodista ingresa al despacho del alcalde con una risa media picaresca, da un abrazo y luego unos besotes de izquierda a derecha y luego se sienta a su lado. En respuesta el alcalde con una conducta similar con una cierta risa procede con la mano. Esos actos de ambos es de no tener respeto, ambos actuaron en chacota. La periodista no debía faltar respeto a una autoridad y nada menos a una de tercera edad. El trato debía ser serio y guardar una cierta distancia”.
De acuerdo con las apreciaciones del televidente hay que ver la parte cultural. Los orientales como buenos descendiente de los arawaks siempre son más alegres, hasta chacoteros, por la misma razón los denominan “monos”; sin embargo, los collas tienen otra forma de proceder, son más serios y siempre conservan la distancia. En el pasado en la cultura andina los saludos eran desde lejos, levantando la mano y cuando es de mayor distancia con el sombrero en la mano. El dar la mano, dar abrazos, besos y la risa incluso hoy tienen otro sentido.
En el momento actual que vivimos con las malditas leyes, no contemplan los usos y costumbres, lo que hace que algunos actos de la conducta humana sean delitos, en especial con la Ley sobre la mujer que busca la igualdad del género. En algunos casos estas leyes son mal interpretadas por las mujeres, creen ellas haber salido del sistema tradicional obsoleto de patriarcalismo, apuntando quizás hacia la liberación femenina de tipo europeo, buscando su despatriarcalización.
Japón es una sociedad completamente machista, pero allí no se habla de la liberación femenina. Desde niños ambos estudian de igual a igual, pueden ser profesionales y ejercer cargos de mucha importancia, en especial cuando las mujeres son solteras o solteronas, pero cuando se casan los roles cambian completamente. La mujer responde a una actividad totalmente diferente al del hombre. Y además asume la alta responsabilidad en el hogar. Es similar a la cultura andina, en donde la mujer es considerada como la llave del hogar; la división de trabajo por sexos está completamente definida, pero también son totalmente complementarias.
En Bolivia, en vez de mejorar la estabilidad hogareña, con las malditas leyes de igualdad de género, copiadas del extranjero y con una mayoría de levanta manos en el Parlamento, al parecer conducimos a nuestro pueblo hacia la desestabilización del hogar. El hombre y la mujer por naturaleza nunca pueden ser iguales. El hombre no puede desempeñar las funciones naturales de la mujer y viceversa. Nuestras leyes que buscan la igualdad de género hacen que la mujer asuma la libertad y con el tiempo posiblemente su libertinaje. En este sentido el hogar en el futuro estará destruido. Y, ¿cuál la respuesta del esposo? Las peleas en el hogar muchas veces llegan hasta los feminicidios. Referente al hogar destruido, un dicho popular es: “Cuando un hogar se destruye la mujer se va a la izquierda y el hombre a la derecha o viceversa y los niños se van a la m…”. En el seno de la familia normal, en el dulce hogar tiene que existir maternidad, paternidad y fraternidad.
El Estado Plurinacional, con sus cuatro leyes sobre la igualdad de género, conduce a la población boliviana hacia la destrucción del hogar y además la madre que abandona su función materna hacia sus hijos desempeña a su vez una acción antinatural en la vida. Gustavo Portocarrero Valda en su obra “El hombre: animal en peligro de extinción” alertó al mundo científico sobre los peligros que nos esperan en un futuro no muy lejano. Al parecer con los cambios mal orientados apuntamos hacia el fin de la humanidad. Los jóvenes de hoy no desean casarse por miedo al fracaso, prefieren el amor libre del tipo europeo. Y las feministas comunitarias rechazan el sagrado hogar. Por lo tanto, no habrá descendencia.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |