Según datos de la Alcaldía, este tipo de despojos son recurrentes y en muchos de ellos los responsables son los propios hijos.
La trabajadora de la Unidad de Protección al Adulto Mayor, Rosemary Cruz, informó que una persona de la tercera edad de la zona Juancito Pinto fue despojada de su domicilio por su hijo, quien también hizo desaparecer sus pertenencias.
En la actualidad, el hijo del adulto mayor se habría apropiado de los testimonios de la vivienda de propiedad de su padre y supuestamente efectuó la modificación de los mismos ante al Municipio y Derechos Reales, sin que exista un documento de venta o designación de herederos por parte del propietario, aspecto que se convierte en un delito penal, explicó Cruz.
De acuerdo con la funcionaria pública existiría el supuesto delito de estelionato, falsedad material e ideológica, entre otros aspectos, razón por la que a nivel de esta dirección buscan una solución reconciliadora con la finalidad de evitar un proceso penal en contra del hijo de esta persona.
La responsable de la protección de la Unidad de Adulto Mayor dio a conocer que por día se presentan dos a tres denuncias de despojo de sus propiedades, los cuales generalmente son efectuados por sus hijos, nietos o familiares cercanos o vecinos de la zona quienes aprovechan la soledad de la personas de tercera edad.
Razón por la que dicha dependencia municipal busca, en primera instancia, en base a la fase de reconciliación recuperar los bienes de la persona de la tercera edad, el resguardo jurídico del mismo para su protección con la finalidad de que la persona no quede despojada de sus bienes, sino que pueda continuar sus últimos días viviendo al interior de su casa, indicó Cruz.
“En estos casos nosotros buscamos hacer la comprobación de que esta persona fue víctima de despojo y fue objeto de maltrato psicológico, físico y se busca los mecanismos de reconciliación. En caso de que fracasa dicho proceso la unidad tienen por Ley establecer un juicio penal en contra de la personas implicadas en el despojo y los demás delitos mencionados hasta conseguir la recuperación del bien inmueble”, remarcó Cruz.
Las personas de la tercera edad, por desconocimiento de la norma, por no saber leer, escribir o por miedo, muchas veces no denuncian a tiempo la vulneración de sus derechos por parte de sus propios hijos e hijas o familiares con quienes conviven, aspecto que no se logra cuantificar la cantidad de denuncias que genera dicho sector.
De acuerdo con esta información, las personas adultas mayores son quienes de manera frecuente llegan a ser vulnerados en sus derechos humanos, desde los niveles del transporte, el pago de sus propios beneficios, las atenciones de servicios básicos o en el ámbito de la salud, entre otros aspectos que de manera constante mellan la dignidad de sectores vulnerables como son las personas de la tercera edad.
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