Restitución de la red ferroviaria nacional

Con motivo de la llegada del expresidente Lula del Brasil a Bolivia se ha planteado la construcción de un tren bioceánico que una a tres países: Brasil, Bolivia y Perú. Con conexión a la red ferroviaria de Bolivia, se conectaría el puerto de Santos (Brasil), en el océano Atlántico con los puertos de Matarani e Ilo (Perú), en el Pacífico, de modo que se pueda activar el comercio entre ellos.

Para Bolivia lo fundamental es desviar toda la carga que va a los puertos chilenos de Arica y Antofagasta y llevarla hacia puertos peruanos, sea de Ilo, Mollendo o Matarani, a fin de hacer más presión por nuestra demanda marítima. El proyecto del Tren Bioceánico es grande, pero lleno de obstáculos, por lo que necesita aporte y decisión. El Perú en este momento no tiene una relación fluida con Bolivia, por falta de cumplimiento del Protocolo de Ilo, ya que Bolivia a través de diferentes gobiernos no tomó interés en dar plena vigencia a este tratado, porque se alegaba que la zona cedida de Boliviamar no reunía las condiciones para estructurar un puerto, considerando, por ejemplo, la poca profundidad de las aguas, que sólo servía para barcos de mediano calado, lo que no sucedía con el puerto de Arica, que tenía una profundidad grande, apta para buques de gran calado, lo que favorecía la carga y descarga de mercadería.

Todos estos factores hacen que el Perú deseche un entendimiento con Bolivia. Este y otros obstáculos impiden que se concrete el proyecto del Tren Bioceánico, necesario para la unión ferroviaria de tres países. En cuanto a nuestro país, es muy importante la restitución de los ferrocarriles y, más que todo, la integración de la Red Ferroviaria Andina y la Red Ferroviaria Oriental. El Ministerio de Transportes debe concretar este proyecto, mediante una política definida, a partir de la creación de una nueva entidad ferroviaria, que sustituirá a ENFE, que está en periodo de desaparición, y a partir de las dos redes ferroviarias capitalizadas.

Por eso deberían ser motivo de auditorías, que desde hace años no se las efectúa, y no harían otra cosa que demostrar el fracaso de la capitalización, especialmente de la Red Occidental, pues la que se salva es la Red Oriental, que tiene un buen rendimiento y utilidad. Lo contrario ocurre con la Andina, que ha sido objeto de desmantelamiento y pérdida total de su infraestructura.

Sin embargo el actual Gobierno demora en la nacionalización de los ferrocarriles y en la unión de las redes Andina y Oriental, para que haya una sola red ferroviaria nacional, que serviría al país para el transporte de carga, pasajeros y unir zonas de producción y consumo, para abaratar el costo de vida y el transporte de mercaderías que actualmente es caro por carretera, por los fletes altos. El transporte por ferrocarril es más económico, tanto para la carga como para los pasajeros y su beneficio es mayor si se utiliza trenes eléctricos.

El autor es Profesor Emérito de la UMSA.