Manejo adecuado de la inmigración

El profesor Douglas Massey es uno de los expertos mundiales más conocidos en inmigración internacional; ha escrito muchos libros sobre este tema. Conocí a esta sencilla y agradable persona por mi hija Mónica, que trabaja con él en la universidad de Princeton. Según Massey la inmigración no es un fenómeno inusual, sino más bien un componente necesario e inalienable de la economía de este siglo, un motor que puede ser significativo para el crecimiento, si es manejado en forma correcta.

En una economía globalizada la gente se mueve de unos lugares a otros. Si en un tiempo los mexicanos iban a Estados Unidos en busca de trabajo, ahora españoles y portugueses emigran a México o Brasil. De repente Singapur y Corea del Sur se volvieron altamente desarrollados y están atrayendo muchos inmigrantes, tanto si tienen mano de obra calificada o no. “Esta es una economía dinámica y parte del dinamismo se refleja también en los movimientos migratorios”, apunta Massey.

Remarca que muchas economías desarrolladas han desarrollado también una dependencia en la inmigración. “Sin ella no tendríamos agricultura, por ejemplo. Ningún estadounidense estaría de acuerdo en ir a un campo en el desierto y regar melones en una temperatura de 30 grados. Y si fuera, tendrías que pagarle tanto que ya no podrías obtener una utilidad, porque es así como trabaja el mercado globalizado”.

No está de acuerdo con el estereotipo que se tiene del inmigrante: no habla el idioma del país al que va, ocupa los empleos de los nativos, incrementa la tasa criminal, secuestra mujeres, hace caer el valor de las propiedades y “propaga” enfermedades. Indica que la verdad de este estereotipo es que la inmigración mexicana, sudanesa o china es una máquina de crecimiento, que puede contribuir al PIB del país y puede ser una fuente significativa de recaudación de impuestos.

Hace notar que los inmigrantes sin mano de obra calificada, contribuyen también bastante al crecimiento del país: los inmigrantes ilegales (indocumentados) de México, contribuyeron con aproximadamente el 4% del PIB de Estados Unidos en 2011. Ya que las autoridades no los reconocen, ese año los inmigrantes enviaron a su país 23.000 millones de dólares, sobre los que el gobierno no pudo cobrar impuestos. (Durante los últimos años las remesas anuales enviadas a Bolivia por inmigrantes fueron mayores a 1.000 millones de dólares, es decir entre el 3 y 4% del PIB).

Indica también que todos los estudios muestran que la inmigración trae beneficios económicos, aun entre los segmentos más débiles de la sociedad -los que supuestamente se piensa que compiten con los inmigrantes por trabajo en el sector de servicios- y que el efecto negativo de la inmigración es pequeño.

El tema de la inmigración y su utilidad económica ha preocupado a todos en los años recientes. La globalización ha facilitado que los trabajadores se muevan de un lugar a otro. En el crecimiento de la fuerza laboral en la década pasada, los extranjeros fueron responsables por el 70% en Europa y por el 47% en Estados Unidos.

Massey está en contra de las políticas represivas a la inmigración del gobierno de Estados Unidos, incluyendo el muro construido a lo largo de la frontera con México y critica la política de criminalización de la inmigración. Hay países con baja tasa de fertilidad que necesitan mano de obra no calificada, como en agricultura y en servicios y aconseja facilitarles su entrada y su salida, porque si se trata de evitar que crucen la frontera, se quedarán. En lugar de tratar de prevenir olas de inmigración, es mejor dejar de resistirlas y tratar de manejarlas de manera más apropiada para la economía y la sociedad, con visas temporales que permitan a los inmigrantes entrar y salir. Cualquier otro intento causa el resultado opuesto y sólo conduce a más inmigrantes dice Massey.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), al 31 de octubre de 2011, de 7.000 millones (M) de habitantes, 214M vivían fuera de su país, de ellos 161,5M eran de países en desarrollo. Los países que acogieron más inmigrantes fueron: EEUU/42,8M; Rusia/12,3M; Alemania/10,8M y los países que enviaron mayor cantidad de inmigrantes fueron: China/35M, India/20M y Filipinas/7M.

En la Universidad de Tel Aviv, donde Massey fue el orador principal en enero de 2013, éste indicó “Fuimos y todavía somos estúpidos económicamente. Existen ahora 12 millones de inmigrantes ilegales en EEUU y un gran porcentaje de ellos vinieron de niños. Pagamos por su educación y salud y cuando llegan a los 18 años y se vuelven productivos, no les dejamos trabajar. En lugar de naturalizar a los inmigrantes, de manera que podamos beneficiarnos de sus frutos, las administraciones recientes derrocharon anualmente 18 billones de dólares, haciendo cumplir las leyes de inmigración y el resultado fue que el número de inmigrantes ilegales creció”.