Comicios electorales y ¿doble moral?

Como nunca el ímpetu electoral de octubre está despertando intereses de todo tipo, como cuando Evo presume “todos quieren ser candidatos”, lo cual no es malo per se. Lo intolerable es el correlato -nada casual- con el embrollo del “mapa electoral”, de los errores en la inscripción en el padrón biométrico, etc., del TSE, “errores” que “benefician” al candidato oficial, y que se agudizan con los “traslados” de electores que muestran una doble moral, principal filosofía e ideología del MAS, similar a Stalin (URSS); Castro (Cuba); Correa (Ecuador); Mao (China), cuya función es la “confusión” -de la sociedad- de hecho, ¿quiénes -realmente- saben lo que pasa en el Estado plurinacional?

La doble moral como ideología es -como- tener “doble personalidad”. Pierre Bourdieu connota que ésta genera incertidumbre, “se ‘nutre’ de la ignorancia. Un ignorante es susceptible de ser cooptado”. El filósofo David Heyd admite que es propio de los populistas, como un mecanismo “forzado” de adhesión de los sectores pragmáticos: “mi voto tiene un precio”. Adapta -cooptan- a estas masas a su objetivo político en complemento con las costumbres/tradiciones indigenistas, “conformando” un electorado “voluble”. Los candidatos se “blindan” en esta doble moral. Ello se advierte en su indiferencia ante la “confusión” de los ciudadanos que muestran su “descontento” -en calles, parques, mercados, etc. Esta “abulia” pretende mostrar una ideología “neutra” -ahora, nadie es de izquierda o de derecha-. Queda claro que el objetivo es su angurria, quieren -sólo- mantener sus “privilegios”, salvo excepciones. Los candidatos saben que -ganen o pierdan- tienen “asegurados” sus (curules) privilegios, por ello eximen los proyectos/propuestas y se embrollan en una “guerra sucia”, en la que surgen “denuncias”, pero ¡todos se muestran “honestos”!

Lo que ofende al elector es cuando un candidato (millonario) de forma ingenua se “victimiza” y apela a la “ficción”: “carajo, no me puedo morir”, una “idea un proyecto = empresa exitosa”, o cuando un ex aliado oficial pretende una “unidad” con algún líder oriental: que no es apoyado, se dice, ni por su sombra. El colmo viene con una tercera opción, o una distinguida dama alteña con su “alternativa”, en fin… Estos oportunismos generan un descontento y una confusión, y de “yapa” las “irregularidades” cometidas por, otrora, algunos “mimados” como autoridades del MAS (Ramírez, Sanabria, Ormachea, abogados extorsionadores; ex fiscal Soza, etc.), lo que está incidiendo en la intención de voto, de hecho, por ejemplo, el -inconstitucional- candidato Evo Morales bajó a un 38 % de apoyo -a meses de los comicios-.

Pero niegan estas irregularidades con “argumentos” ingenuos que ofenden el sentido común. Por ejemplo, cuando Soza denuncia un supuesto “gabinete jurídico” que determinó que más de 40 casos: Chaparina; El Porvenir; los -ahora auto grabados- vídeo sobornos; terrorismo I y II; Yapacani; visas chinas; Caranavi, fueron “manipulados” desde este “gabinete”. Cuando Evo dice: los “ministros me “mienten”; cuando alude a un crecimiento económico de regiones cuyos líderes lo “discriminaron”. O cuando el Vice exime su capacidad reflexiva ante la denuncia por tráfico de influencias: caso Catering, predios mineros ligados a su familia, con un “descargo” insostenible, arguyendo la “insolvencia” del negocio (¿?), eximiendo el delito. En este “che’nko” se advierte nomás unos comicios donde los candidatos muestran de cuerpo entero su doble moral.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).