William Choquehuanca T.
El mayor anhelo de los padres es tener hijas e hijos capaces, que puedan triunfar en esta vida, personalidades valiosas que tengan la calidez humana y calidad de éxito profesional, económico, social, cultural y espiritual…
En este tiempo, donde la crisis de valores es a nivel mundial, el problema vital es de origen moral, por eso debemos invertir en la educación de la vida para sobresalir, desarrollar y consolidar nuestro progreso. El papel que desempeñan los maestros es muy delicado en nuestra sociedad, donde el consumismo antes que la producción es normal, donde tenemos poco tiempo para compartir. Tenemos grandes conocimientos con el avance de la ciencia, pero menos criterio para vivir mejor en comunidad; existen más medicinas pero no podemos cuidar bien nuestra salud; hay más alimento transgénico pero menos nutrición saludable; hemos multiplicado nuestros bienes, pero hemos reducido nuestros valores humanos; hablamos tanto de nuestra sapiencia que a la hora de ponerla en práctica no sabemos por dónde empezar; ni siquiera podemos controlar bien nuestros sentimientos, amamos poco a la familia, menos a nuestros semejantes.
Seamos siempre propositivos para solucionar problemas a través del diálogo y la comprensión, porque siempre existe una esperanza para cambiar, una oportunidad para amar, aprender y empezar nuevamente.
Por eso es fundamental el nuevo papel del maestro en nuestra sociedad, porque te brinda educación con calidad y calidez humana; con alta formación integral, para que puedas realizar plenamente tu identidad, afectividad y espiritualidad, desarrollando capacidades y potencialidades para vivir en armonía en comunidad.
Maestro es quien forma a hombres y mujeres de bien, con una cultura de paz, donde reine el amor, el civismo, el diálogo, los valores, la moral y la estética, comprometidos con el desarrollo personal y conciencia social y crítica de la realidad de la vida, respetando la diversidad económica, social y cultural, respetando las cosmovisiones andinas y las culturas de nuestro pueblo.
Maestro es quien te hace pensar. Nadie es perfecto, errar es humano, acepta con humildad la enorme responsabilidad de tu vida. Los errores ajenos jamás justificarán tus equivocaciones, aprende a ser sincero y ten cuidado de no repetir tus errores. Es posible corregir defectos, sólo así podrás llegar a ser el mejor...
Maestro es quien te orienta, te hace ver que los atajos que tomas son los que alargan el camino de tus éxitos; el trayecto más seguro para llegar rápido a tu destino, es el de la justicia, dignidad, honradez, y mucho esfuerzo personal. Recuerda que nada es gratis, todo te lo debes ganar como reconocimiento a tu esfuerzo personal. Es mejor ser útil y servicial a nuestro prójimo que fingir ser importante o mostrar altanería.
Maestro es el encargado de transformar nuestra sociedad y su trabajo arduo es un verdadero apostolado. Maestro es el que organiza y planifica su trabajo para empezar nuevamente con cada generación, intentando solucionar grandes problemas, aunque a veces nadie valore su esfuerzo.
Maestro, menciona que no somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros. Simplemente somos pobres porque nos falta carácter para cumplir con premisas básicas para un buen funcionamiento de la sociedad. Esto nos hace ser mendigos en nuestra propia tierra, problemáticos, violentos, incapaces y hasta irracionales en nuestra vida y manera de pensar.
Por eso, formemos y eduquemos de forma diferente y adecuada, como respuesta alternativa a la solución de problemas que existen en la sociedad boliviana.
El autor es profesor de la Unidad Educativa “Mercedes Elío de Rivero” de El Alto.
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