“Los terroristas de ayer son los héroes de hoy”

Terrorismo es uso sistemático del terror para coaccionar a la sociedad, siendo ejecutado por organizaciones con diversas ideologías y creencias, pero también por “gobernantes en el poder”. Del “terrorismo de Estado” sus autores son funcionarios del gobierno, quienes utilizan el terror para exterminar a sus opositores.

Delincuencia es la acción dirigida a obtener ilegalmente beneficios económicos o materiales. En el crimen organizado, sus miembros tienen “vínculo” con estructuras de poder, para evitar ser perseguidos o castigados por los delitos cometidos.

Narcotráfico y lavado de dinero son actividades ilícitas complementarias, que en el Siglo XXI son ejecutadas por terroristas del gobierno u otros que dirigen la delincuencia organizada.

Con esos conceptos, recordemos que en Bolivia antes de 2005 fuimos conducidos por gobiernos civiles o militares, democráticos o dictatoriales y en todos los casos hubo terroristas, delincuentes, narcotraficantes y blanqueadores de capital. Algunos de esos gobernantes, cínicamente transitan por las calles gozando de impunidad tranzada con los mandatarios actuales, otros guardaron sus riquezas en el exterior y hoy blanquean el dinero de sus fechorías. Lo importante es que el pueblo no olvida.

En mayo de 2006 alguien “valientemente” declaró en el Congreso Nacional: “Los terroristas de ayer son los héroes de hoy”. Nada más cierto porque dicho personaje en compañía de su hermano y otros terroristas, desde noviembre de 1989 a febrero de 1992, en nombre del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), se hicieron millonarios gracias a asaltos contra instituciones del Estado y personas particulares. Ese grupo terrorista tiene un prontuario con 38 delitos, habiendo sustraído aproximadamente un millón de dólares, sin contar otros daños.

En septiembre de 2008, los mismos terroristas, en su condición de “estrategas” con el gobierno en su poder, ejecutaron la masacre de Porvenir, con matanza de 18 conscriptos del ejército y 30 desaparecidos, para acusar como autor del hecho al entonces Prefecto de Pando, a quien apresaron, sin demostrarle algo hasta la fecha. El “fin” era empoderarse de riquezas de ese jirón patrio, implementando la Agencia para el Desarrollo de las Microrregiones y Zonas Fronterizas (ADEMAF), y lucrar con oro, castaña, madera y otros bienes naturales. No se puede cuantificar el millonario beneficio para algunos funcionarios del gobierno.

En abril de 2009, los mismos “estrategas” contratan a sus amigos (sicarios internacionales), para asesinarlos en un hotel de Santa Cruz de la Sierra, montando una ofensiva contra la oposición, que pensaba crear una “media luna” en el país. En este enredo, altos funcionarios leguleyos de gobierno con la “ley en sus manos” persiguen y detienen a un centenar de ciudadanos, inculpándolos de crear terrorismo. El pueblo se está aburriendo de esta novela, porque hay mucha perversidad.

En febrero de 2010, otro grupo de “terroristas” del Gobierno inculpan y apresan a un empresario norteamericano por lavado de dinero, despojándole de 27 millones de dólares. En noviembre de 2012 se destapa la red de mafiosos operadores de este caso, comandados desde el Ministerio de Gobierno. Como resultado de esta trama, desde esa fecha existen 14 inculpados desaparecidos y 6 detenidos incomunicados, mientras al gringo le dieron la ley de fuga pactada; su libertad le cuesta la millonaria suma mencionada, seguramente ese dinero reforzará las cuentas de los jerarcas del gobierno.

Otros asesinatos, represiones y persecuciones ejecutados por “terroristas” del Estado tienen sus expedientes cubiertos con telarañas.

El narcotráfico para los terroristas de estado es fácil de controlar, pues el cultivo de coca está vigilado por satélite, y los chinos dan informes diarios al jefe de las 7 federaciones de cocaleros. Los ingresos monetarios por esta actividad son secreto de Estado.

El lavado de dinero resulta fácil para los del gobierno, resultando fácil identificarlo en: inversiones y adquisiciones en las empresas que administran los gobernantes; adquisición de acciones en la banca, en líneas aéreas, medios de comunicación, telecomunicaciones, minería, agricultura, transporte, a nivel nacional e internacional. Los ministerios se encargan de supervisar estas actividades.

La corrupción como terrorismo de estado es la “fuerza que está transformando a los plurinacionales” y cuenta en sus filas a miembros de Sendero Luminoso, izquierdistas paraguayos, miembros del País Vasco, apoyo de la guerrilla colombiana, así como maestros y médicos venezolanos, cubanos e iraníes.

En resumen, los estrategas del actual gobierno, enmascarados de socialistas, han superado a todos los gobiernos anteriores en cuanto a corrupción. Con estos antecedentes, no es adecuado que los delincuentes se autodenominen “héroes” y aspiren a perpetuarse en el poder. El pueblo está agraviado, pero tiene memoria.

El autor es docente universitario.

almamor2003@hotmail.com