La presión de las drogas

Seis gobiernos europeos se proponen incluir la prostitución y las drogas en el PIB de sus países para tener mayor margen de endeudamiento externo ante las restricciones que aplica la Unión Europea sobre esa materia.

Holanda tiene esa “ventaja” porque ha legalizado a ambos sectores de la economía real (sólo la marihuana entre las drogas), y tiene un registro preciso sobre la magnitud de ambas actividades, que tributan.

Según un comentario publicado en US Today por la columnista Trish Regan, Italia tiene una robusta mafia que ahora podría ser capitalizada al incorporar una de sus actividades en las cuentas nacionales.

Los otros países, como Inglaterra, Suecia, Finlandia, Noruega y Estonia, quizá no tengan mafias robustas, pero tienen en sus territorios niveles altos de prostitución y de drogas.

Los límites que ha puesto la Unión Europea al endeudamiento de los países que la integran está llevando a los países mencionados a vérselas ante la necesidad de legalizar, como Holanda, o quizá más, esas actividades económicas que por el momento son ilegales y perseguidas.

La tan mentada “legalización de las drogas” estaría, por lo tanto, cada vez más cerca, a juzgar por estas iniciativas nacionales.

Según un reporte de Jesse Salomon, difundido en Forbes, la industria internacional de la marihuana está en un momento de fuerte impulso de las inversiones, a pesar de los riesgos que tiene el sector.

El consumo de esa droga es legal en algunos países como Holanda y Uruguay, además de algunos estados de Estados Unidos, lo que estaría actuando como incentivo para los productores, con la esperanza de que esta corriente de legalizaciones siga aumentando y se imponga finalmente.

En el sector de la cocaína las noticias se han disparado en estos días con el libro de Roberto Saviano acerca de “cómo la cocaína gobierna al mundo”, reflejando el poder político de una industria que nace aquí, en Sudamérica y se esparce por todo el resto del mundo, como mencioné en mi columna anterior.

Lo que están haciendo estos países europeos es dejar la hipocresía de no reconocer la existencia de la economía clandestina e ilegal, e incluso criminal.

En Bolivia hay muchas actividades económicas ilegales, pero la más peligrosa, por la violencia que genera y por el daño que causa a la juventud, es la cocaína.

Vacaflor.obolog.com