Raúl Singa Condori
La presente nota surge después de una socialización con niños, niñas, jóvenes, señoritas, padres y madres de familia que se muestran muy preocupados por la problemática social del alcoholismo, que día a día muestra datos muy alarmantes. La misma puede ser o no compartida, pero no se aleja de la realidad.
Recurriendo a experiencias de carácter nacional e internacional se puede decir que existen regiones y/o países con poblaciones que se mueren de hambre por no tener producción de alimentos debido a sequías, desertificaciones y cambios climáticos. Pero también existen países que producen y derrochan gran cantidad de alimentos de primera necesidad y de gran valor nutricional, como son cereales y frutas, ya que éstas están siendo destinadas a la fabricación de bebidas alcohólicas.
Nuestro territorio no escapa de esta realidad, ya que muchos alimentos, como cebada, manzana, uva, etc., están siendo utilizados para la fabricación de sidra, cerveza, vino, ron y otros productos que circulan en nuestro país. En algunos casos, como si fueran dignos de glorificación, se los exporta y obtienen galardones de calidad, qué ironía, dejando a una población urbana y rural desprovista de esos productos de la canasta familiar y para sustituirlos se tiene que recurrir a la importación de alimentos, como manzana y uva.
Las empresas dedicadas a la fabricación de cerveza, ron, vinos y otros en su mayoría son prosperas, es decir rentables, ya que la sociedad nunca reclamaría por una subida o aumento de precio. Pero lo preocupante es que con excusas como que las fábricas de bebidas alcohólicas dan trabajo y generan recursos económicos, en la actualidad se masifican y cada vez existen más empresas dedicadas a estas actividades, como es la producción de este líquido elemento (bebida alcohólica) nocivo para la salud física (pues causa inflamación de hígado, páncreas, cáncer en el esófago, hipertensión arterial, etc.), psicológica y mental (afecta la capacidad de razonamiento y juicio crítico, daña las neuronas del cerebro, daña la memoria y la forma de comportamiento).
Para una mayoría de la población es un mal que va deteriorando a la sociedad, pues las bebidas alcohólicas en la actualidad son consumidas en cualquier momento, con cualquier pretexto. Lo peor es que en cualquier lugar del territorio nacional puede faltar pan en una tienda, resulta imprescindible la cerveza, vinos u otras bebidas alcohólicas, ya que dan jugosas ganancias. Alguien dijo que por la cerveza no se pide rebaja, se paga calladito.
En la actualidad se sigue experimentando con alimentos y se consigue bebidas que supuestamente son agradables al paladar y se olvidan que existen regiones con personas que necesitan de alimentos nutritivos como los cereales y frutas que pueden disminuir la desnutrición infantil y la mortalidad de personas.
Finalmente lo que debería llamarnos la atención y pensar seriamente sobre el consumo de bebidas alcohólicas es que está causando mucho daño en la sociedad, como accidentes automovilísticos, mal rendimiento en las instituciones educativas, depresión, problemas de ansiedad, baja autoestima, embarazos no planificados o no deseados, infecciones de transmisión sexual (ITS), agresiones sexuales, homicidios, suicidios y otros problemas que generan principalmente la desintegración familiar, problema que en la sociedad boliviana era muy raro y en la actualidad es muy común.
Ahora qué debemos hacer como ciudadanos parte de una mancomunidad que se sumerge, en vez de seguir mejorando en cualidades y valores humanos. El panorama futuro se muestra desalentador, pero alguien decía que se debe dar una dura batalla y esto funcionara siempre y cuando se realice trabajos mancomunados entre las autoridades (nacionales, departamentales, municipales), la policía nacional, las Fuerzas Armadas y la población en general, quienes agrupados deben empezar a normar y disminuir la fabricación, comercialización y difusión publicitaria de este producto dañino.
Lo importante sería dejar de lado mezquindades de todo lado, veamos nuestro pasado y enfoquemos nuestro destino a futuro, no sólo de Bolivia sino del mundo, el cual se destruye por causa del ser humano, que piensa que es mejor desarrollarse de forma individual, sin fijarse en su entorno que se está terminando de destruir. “La idea esencial sería pensar en la mancomunidad y no como sucede en la actualidad, cuando priman los intereses personales y el individualismo”.
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