Buenos Aires.- Resguardado por cientos de militantes kirchneristas, el vicepresidente argentino, Amado Boudou, reivindicó ayer su inocencia antes de declarar como imputado por su presunta implicación en un caso de corrupción que puede costarle su carrera política.
Acusado de presuntas negociaciones incompatibles con la función pública, Boudou se ha convertido en el primer vicepresidente argentino en activo en comparecer como imputado ante la Justicia, informó Efe.
Amado Boudou, que en su condición de vicepresidente del Gobierno es también titular del Senado, acudió ante el tribunal para ser indagado por el juez Ariel Lijo en el marco de la causa que investiga la presunta compra ilegal de la imprenta de papel moneda cuando era ministro de Economía (2009-2010).
El auto de citación del juez lo acusa de haber comprado, a través de testaferros y junto al empresario José María Núñez Carmona, al parecer amigo suyo, la imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica, que tenía contratos con el Estado.