Bonanza, despilfarro y pobreza

Al cabo de 9 años en el poder el Gobierno plurinacional no ha podido corregir sus deficiencias. Por sus despropósitos o “metidas de pata” que ruborizan a la sociedad boliviana y que comprometen seriamente su gestión administrativa, la nave del Estado corre el riesgo de zozobrar en cualquier momento, ante continuos conflictos sociales de grandes proporciones y de imprevisibles consecuencias (huelgas, paros, bloqueos, marchas, asaltos a la propiedad privada, toma de empresas, narcotráfico, corrupción, delincuentes “confusos”, etc.).

Estas actitudes deleznables, propias del libertinaje, socavan de alguna manera la estabilidad económica, política y social del país, lo que es atribuible al pésimo asesoramiento de su entorno palaciego y al delirio de grandeza del mandamás de turno, por el manejo desaprensivo y dispendioso de los dineros del pueblo boliviano.

BONANZA ECONÓMICA

La bonanza económica del país no es resultado del esfuerzo del Gobierno plurinacional, menos del desarrollo industrial del país (industrias están paralizadas por falta de energético, como en el caso del Mutún, cementeras, etc.) y se debe principalmente a la neoliberal Ley de Hidrocarburos No. 3.058 de 17-5-2005, que establece el 18% de regalías y el 32% de impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), haciendo un total de 50% para el Estado y el otro 50% corresponde a las empresas petroleras por concepto de “costos recuperables” y la distribución de utilidades, etc.

Por otra parte obedece a los altos precios internacionales para gas, petróleo, minerales y otros productos exportados, y por último al aumento de los volúmenes de exportación de gas a la Argentina y Brasil (política neoliberal exportadora de materias primas).

NO HAY SOBERANÍA ALIMENTARIA

Instituciones afines a la producción agropecuaria afirman que en Bolivia no hay soberanía alimentaria, porque la producción agropecuaria es insuficiente, se gasta millones de dólares en la importación de miles de toneladas de alimentos. Y como si esta insuficiencia alimentaria fuera poco, el Gobierno tuvo la desfachatez de regalar miles de toneladas de arroz a Venezuela, Cuba y Haití. En previsión, citamos el artículo 112 de la Constitución Política del Estado: “Los delitos cometidos por servidores públicos que atenten contra el patrimonio del Estado y causen grave daño económico son imprescriptibles y no admiten régimen de inmunidad”.

DESPILFARRO DE RECURSOS

A pesar de la extrema pobreza de las mayorías nacionales, el Gobierno plurinacional viene haciendo erogaciones millonarias (sin control fiscal ni licitación pública) en bienes y servicios que no son de vital importancia para el empobrecido pueblo boliviano, como para adquirir satélite, aviones, helicópteros, terreno adyacente al Palacio de Gobierno, vehículos y hotel para la COB, vehículos para las cooperativas mineras, etc. Otro caso que la prensa nacional registra (ED, 5-6-2014, JLC) está relacionado con el gasto extraordinario para la (fiesta política) G-77 más China. Preocupa por sus características, al contar con un presupuesto especial para pagar pasajes y viáticos a los delegados que llegarán a la reunión, pero “es inédito que el país anfitrión pague todos sus gastos como nunca y ningún país lo hizo hasta ahora en los 50 años de historia del grupo”, etc.

La pregunta surge: ¿la G-77 más China resolverá los problemas sociales más acuciantes, como la extrema pobreza de los países?

Al concluir, el Gobierno debe recapacitar y mejorar su conducta para bien de la Patria, en caso contrario seguiremos navegando sin brújula ni timón, con destino que sólo Dios conoce.