La falta de agua potable en algunas regiones del país es el “caldo de cultivo” para la propagación de enfermedades que han cobrado víctimas fatales, sostuvo la jefa de la Unidad de Cambio Climático, Ambiente y Salud del Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA), Marilyn Aparicio.
La experta dijo que los estudios realizados muestran el registró de importantes impactos en los ecosistemas de montaña que pueden ser el origen de enfermedades sensibles al cambio climático como las transmitidas por vectores (malaria, dengue, leishmaniasis y otros), infecciones respiratorias agudas y enfermedades hidroconducidas, entre otras.