En la Cumbre G77 más China
Las primeras botellas de agua mineral del Silala fueron distribuidas ayer e los diferentes actos donde participaron los mandatarios que vienen a participar de la Cumbre G 77 más China que se realiza desde ayer en la ciudad de Santa Cruz.
La presentación de este producto estuvo a cargo del presidente del Estado Evo Morales, quien sosteniendo uno de los envases hizo un llamado a defender la soberanía y dignidad nacional.
“El agua que tenemos en el Silala es un agua muy saludable, muy dulce. Consuman agua del Silala, por soberanía, por dignidad”, sostuvo durante una conferencia de prensa dictada en las instalaciones de la Feria Exposición Santa Cruz. Posteriormente se hizo entrega de una botela a cada uno de los visitantes.
El envase de este nuevo producto lleva varios distintivos como estampados tihuanacotas en la parte superior; en la parte central están impresas las banderas de los países visitantes el logotipo de la Cumbre y el nombre, “agua natural de los manantiales del Silala”, Bolivia.
Se trata de agua de bofedal, altamente mineralizada, pasada por procesos de liofilización y pirogenización, que emerge a la superficie de las montañas bolivianas que lindan con las de Chile, en la frontera común.
Según la agencia estatal ABI se trata del primer proceso de industrialización de los recursos hídricos de los manantiales del Silala, que brotan en el extremo sudoeste de Bolivia y que, sin contraprestación alguna fluyen hace casi 120 años al norte de Chile por un sistema artificial de acueductos. Según cálculos bolivianos, el Silala surte cerca de 204 a 205 litros por segundo.
El agua mineral embotellada de los manantiales bolivianos del Silala, en la frontera con Chile, conmemora la Cumbre del G77 + China que reúne en Santa Cruz, unos 900 kilómetros al este de La Paz a las delegaciones de 133 países.
“El agua de los manantiales del Silala es oficial del G77 + China. Son aguas del pueblo boliviano. Este es el inicio, con esta presentación, de las aguas manantiales del Silala; es el principio de la industrialización”, afirmó el mandatario boliviano.
Bolivia reclama a Chile el pago por 14.000 litros segundo que, desde 1906, bajan por un sistema artificial de acueductos desde sus manantiales del Silala, en el sureño departamento de Potosí, a la ciudad de chilena de Arica, y que desde los años “70 sirven a la producción de Chuquicamata, la mina de cobre a tajo abierto más grande del mundo en el norte de Chile y puntal de su erario público.
Producto de un contrato entre privados para alimentar locomotoras a vapor, que data de principios del siglo XX, poco después de firmado el Tratado de Paz y Límites de 1904 que dejó a Bolivia mediterránea, Chile se ha negado sistemáticamente a reconocer el pago por el agua que consume.
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