De 42 cooperativas que operan en el Cerro Rico, 17 lo hacen por encima de la cota 4.400, labores que ocasionaron la pérdida parcial de la figura cónica del emporio mineralógico, cuya cima se encuentra hundida. Por alrededor de 10 años se viene considerando esta situación cada vez más grave, pero sin haberse logrado ningún paliativo y menos su solución. Potosí y el Cerro Rico fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987 por la Unesco. Al presente el Comité de Patrimonio Mundial, dependencia de dicha institución internacional, hizo manifiesta su preocupación por “la actividad minera incontrolada”, y se podría añadir incontrolable en la región, en vista de muchos factores adversos. En la ocasión se criticó también “una legislación de protección ineficaz en su aplicación”.
Después de muchas reclamaciones y declaraciones oficiales, la Comibol anunció recientemente el envío a Fencomin de un proyecto de conservación del Cerro y de reubicación de las cooperativas. Representantes del Comité de Patrimonio Mundial de visita al país, informaron que el Cerro y sus alrededores históricos fueron declarados “patrimonio en peligro”, por lo que se proponen “movilizar a la comunidad internacional” en busca de soluciones. Comentaron que casos de parecidas características lograron salir adelante. Es de esperar que Potosí se sume a una salida parecida. Sin embargo, los emprendimientos cooperativos en el lugar son casi clandestinos, informales y, por consiguiente, difíciles de controlar. Ni el Gobierno y menos la Comibol podrían tener éxito en el intento.
La población potosina parece haberse cansado de sus reclamaciones de conservación y mantenimiento del singular paraje. A la cabeza de su Comité Cívico realizó dos largos paros totales con inclusión el tema, sin otro resultado que no fueran promesas. El presidente Evo Morales comentó a través de los medios que los derrumbes acompañan a toda explotación de minerales y fue pesimista sobre la posibilidad de reposición de los daños estructurales.
Es tarea difícil tratar de persuadir a las cooperativas mineras sobre el abandono de sus posesiones. En los momentos electorales presentes sería inclusive contradictorio para el Gobierno. Este sector social de crecido número ha efectuado recientemente una masiva proclamación de la candidatura oficialista en el estadio Hernando Siles de La Paz, previa una marcha ruidosa por el centro de la ciudad, con explosión de centenares de petardos.
En el conflicto sobre la nueva Ley de Minería y después de amenazas de altos niveles de Gobierno de enjuiciar penalmente por contratos de explotación de riesgo compartido entre las cooperativas y los privados, nada pasó y continuará la exoneración impositiva de la que gozan. Se trata de un sector fuertemente empoderado y de gran influencia política. Es de desear que la llamada de atención de la Unesco encuentre eco en el Gobierno.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |