Adiós al crudo invierno

El invierno es una de las estaciones del año más propicias para sufrir determinadas enfermedades, como catarros o resfriados y gripe, además de otras dolencias como las cardíacas, respiratorias y osteoarticulares debido a las bajas temperaturas que influyen en los sistemas naturales de defensa.

Otros factores son los cambios bruscos de temperatura (pasar de un interior caliente al exterior). El hacinamiento es otro de los factores que favorece el contagio y el desarrollo de enfermedades básicamente infecciosas.

Para combatir el frío invernal, los especialistas en medicina familiar y preventiva Elizabeth Herrero y Jordi Esquirol recomiendan algunos hábitos para sobrellevar mejor este período del año que, aunque parece muy difícil, puede ser sencillamente encantador: todo depende de saber cómo prepararse y estar abierto a las nuevas experiencias que nos brinda la madre naturaleza.

ALIMENTACIÓN

Comer completo tres veces al día (no saltar comidas).

El desayuno es la comida más importante. Preparar un desayuno rico en proteínas para todos y especialmente para los niños.

Si se realiza una actividad física al exterior, tener agua y algunas merienditas de altas calorías (es el momento de comerse una barra de chocolate sin muchos remordimientos para compensar las calorías que consumiremos con una caminadita en estas bajas temperaturas).

 COMER FRUTAS Y VEGETALES FRESCOS

 Comer granos (son buenos substitutos de las carnes y ayudan a variar el menú).

Tomar cosas calientes (caldos, chocolate, tisanas) y mucha agua, para compensar la deshidratación causada por la calefacción en los ambientes cerrados.

ROPA

Hay que vestirse adecuadamente, recordando que la cabeza y extremidades son los sitios por donde se pierde el calor más fácilmente.

Consejos prácticos: 1) Tener a mano un morral para meter y sacar guantes, gorros, bufandas, suéter, de acuerdo con las necesidades, 2) Al entrar en un sitio muy caliente (como el bus), quitarse el abrigo para no sentirse sofocado; puede metese también las bufandas, gorros y guantes en una manga para no perderlos

Para los niños, tener siempre guantes, manoplas y gorro. Son mejores las bufandas cerradas, tipo tubo, por razones de seguridad.

CON RESPECTO A LOS ABRIGOS

Para los niños son mejores aquellos de dos piezas preferiblemente, que le queden holgados, previendo que los niños crecen muy rápido, o en los más grandecitos (que crecen menos rápido), que los puedan usar el año próximo.

Antes de entrar en el tema de los materiales que encontraremos en el mercado hay que tener en cuenta que ni las chaquetas, ni las botas, ni los guantes, ni otra prenda es caliente, es nuestro cuerpo el que genera el calor y lo que necesitamos es aislarnos del exterior para no perder calor y sentirnos a gusto.

En cuanto a la calidad del abrigo hay dos factores importantes a tomar en cuenta y que, por supuesto, van a determinar su precio. El primer factor es la tela exterior, lo mejor es que ésta sea impermeable. El otro factor es el material aislante con el cual están rellenos, que puede ser plumas o material sintético. Entre las plumas hay una denominación en número, no vamos a caer en definiciones científicas simplemente mientras más grande es el número más aislada es la prenda y más cara también. Los sintéticos varían y no hay una nomenclatura, en general las prendas rellenas con materiales sintéticos son más económicas que las rellenas con plumas.

A veces, la gente nos pregunta si hay que comprarse prendas que están marcadas con la resistencia hasta -10º ó -15º. Nuevamente dependerá de lo friolenta que sea la persona, pero es bueno recordar que normalmente las temperaturas extremas ocurren en la noche, cuando se está durmiendo, a menos que se trabaje de noche.

Si el interior está forrado con el material que llaman “polar” (100% poliéster) es mejor, son los más calientitos. Los abrigos de lana son buenos, pero no para uso diario, además pueden ser muy pesados.

Los niños salen al patio de la escuela en los recreos y los usan para pasar 2 a 3 horas al exterior cuando salen a alguna actividad, así que las prendas tienen que ser gruesas. Sin embargo, no es bueno abrigarlos demasiado porque ellos son muy activos y terminarán sudando. Si usan un conjuntito de ropa más gruesa, no hace falta los suéteres, a menos que esté haciendo demasiado frío.

Recuerde usar las botas adecuadas, forradas por dentro y con una buena tracción para evitar caídas.

Un tema súper importante y que mucha gente no tiene en cuenta es el mantenimiento de nuestra ropa de invierno e incluso la de otoño. Los distintos materiales requieren ciertos productos de limpieza. Las plumas deben ser lavadas con jabón para plumas para no eliminar su aceite natural y no perder su capacidad aislante. De la misma manera los sintéticos se lavan con otro jabón especial para sintéticos. Si además nuestra prenda es impermeable debemos restaurar su impermeabilidad con productos diseñados para ello; si la prenda es rellena de pluma, un restaurador para plumas y si es rellena con material sintético un restaurador para material.