G77 y Declaración de Santa Cruz

Después del largo preparatorio en Bolivia, y dos días de sesiones y mucho de protocolo se desarrolló la reunión internacional del G77 + China, aunque no estuvo presente ningún delegado de este último país.

Una separata dominical elaborada por el Ministerio de Comunicación y el Internet nos permiten revisar con más detalle la Declaración de Santa Cruz, documento de 49 páginas y 242 pronunciamientos. Documento que, sin duda, fue elaborado por algún equipo técnico coordinado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y seguramente con el apoyo de expertos de Naciones Unidas.

Por el exagerado costo de este encuentro que ha incluido joyas de regalo a los asistentes, de oro a los presidentes y de plata con adornos de nuestra piedra preciosa la bolivianita para los demás, lo cual ha sido duramente criticado por varios sectores, los ciudadanos creo que tenemos el deber de analizar este documento que nos arroja muchas enseñanzas y merece ser contrastado con la política nacional en curso.

Resulta evidente que este documento pre-elaborado difícilmente podría ser examinado con detalle por los representantes de los países, ya que, además, había numerosos oradores, puesto que presidentes y autoridades de alto nivel difícilmente quieren pasar desapercibidos. Lo demuestra el hecho de que el único punto objetado fue la propuesta de suprimir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo cual al requerirse de consenso de todos los representantes fue eliminado.

Este documento nos enseña que las reuniones de este Grupo, son de uno más de los numerosos grupos o componentes de las Naciones Unidas, lo cual puede apreciarse al redirigir numerosas sugerencias para que este organismo matriz y sus brazos de coordinación o ejecución presten renovada atención o intensifiquen acciones encomendadas en las reuniones especializadas.

Lo anterior sobresale cuando desde la Parte I de la Declaración, se hace referencia a los 50 años de existencia de este Grupo, resultado de la “histórica Declaración Conjunta de los Setenta y Siete Países en Desarrollo firmada al final del periodo de sesiones de la Asamblea de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), celebrada en Ginebra”.

En esta introducción siguen otros postulados rimbombantes como (14) “Afirmamos que el Siglo XXI es el momento para que los países y los Pueblos del Sur desarrollen sus economías y sociedades a fin de cumplir las necesidades humanas de manera sostenible, en armonía con la naturaleza y respetando a la Madre Tierra y sus ecosistemas”. Aquí hay la innovación introducida por el país, el concepto de la Madre Tierra, sobre lo cual haré comentarios en los próximos artículos, ya que es un tema de gran actualidad por los problemas que enfrenta el planeta frente al cambio climático.

El documento consta de cinco partes, y varios de los temas tratados son sin duda de mucha importancia para nuestro país, entre ellos el tema de cambio climático, el de conservación de los bosques, desarrollo agrícola y seguridad alimentaria, industrialización e infraestructura, sobre los derechos y acciones necesarias para el desarrollo de los pueblos indígenas, tema de particular interés para el Gobierno nacional, empeñado en reconvertirnos a esa calidad. Por la amplitud de estos tópicos los analizaré con más detalle en próximos artículos.