Sociólogo brasileño afirma:
Los errores en el desarrollo de los estudios de impacto ambiental que se cometieron previo a la construcción de las represas de Jirao y San Antonio en Brasil podrían haber sido la causa que desencadenó el desastre social de las inundaciones en territorio boliviano.
El sociólogo Luis Fernando Novoa en su visita a Bolivia y en entrevista con EL DIARIO informó que un grupo de instituciones privadas en el vecino país realizan la investigación independiente para certificar cuáles fueron los hechos que desencadenaron las inundaciones en ambos países.
Para Novoa el cuestionamiento de conocer ¿qué fue lo que ocasionó las inundaciones de febrero y marzo en el territorio amazónico de Brasil y Bolivia?, dio paso a la investigación, con la finalidad de conocer las respuestas “objetivas” que serán puestas a conocimiento de la opinión pública en su momento.
Aseguró que existen dudas de la catalogación que hicieron algunas autoridades sobre la causa de las inundaciones, que se dijo fueron provocadas por fenómenos naturales extremos.
Consideró que el concepto no es viable, toda vez que la magnitud de daños que se ocasionaron alrededor de las represas fue debastador, no sólo por las especies de fauna y flora que existe en la Amazonia, sino también de un daño social que se ocasionó a las comunidades aledañas.
“Desde el año 2008, estamos analizando los efectos acumulativos de las represas brasileñas, que tiene mucho que ver con el ciclo del agua, es muy importante conocer cómo baja, cómo sube, cómo se verifican cambios radicales, tanto en la forma de depósito y sedimentos río abajo y arriba”.
Nova sostuvo que no se puede decir que la crecida de las aguas que provocaron las inundaciones llegó solo por efectos de la naturaleza, “o como si no existiera en la Amazonia dos megaproyectos de represas hidroeléctricas en funcionamiento, eso es algo muy ingenuo”.
Es necesario actuar de forma inmediata ejecutando evaluaciones de factores climatológicos, precipitación, operación singulares de cada una de las represas hidroeléctricas para poder llegar a tener las respuestas de lo que pasó en la zona de las inundaciones, sostuvo.
A la fecha, el Gobierno de Brasil y las empresas encargadas de las represas hidroeléctricas “no quieren admitir su participación al respecto”, dijo el sociólogo.
INVESTIGACIÓN INDEPENDIENTE
Miembros independientes de organizaciones ambientales inició el proceso de una investigación minuciosa para conocer cuáles fueron las causas de las inundaciones que afectaron, también, al territorio boliviano.
“La duda se generó para conocer si las causas fueron las represas o no, delante esa duda buscaremos la respuesta para decir con certeza sobre las causas”, explicó.
La “Comisión Independiente” investiga el hecho de los dos lados de la frontera, con organizaciones que asumieron el rol de indagar sobre estos hechos.
HIPÓTESIS
Una de las primeras hipótesis que sostuvo el profesional se basa en que hubo una crecida muy elevada en el embalse de las represas, que requieren de reservas de agua para la producción de energía; al ingresar los afluentes del río Madera se produjo un efecto remanso, es decir, que las aguas tuvieron que buscar su cauce por los costados ocasionando el desborde.
“Cuando existe una crecida natural el río sube solo hasta el límite de su cauce, la inundación es en la llanura, históricamente nunca sobrepasó los límites. Entonces no puede ser una coincidencia tan terrible que justamente en el año en que los dos reservatorios se concluyen (Jirau 2013 y San Antonio 2014), existe un nexo muy evidente entre la operación de las usinas y la crecida, es raro que las autoridades de Gobierno no quieran admitir lo que pasó”.
Para que la usina genere energía requiere de un desnivel de nueve metros aproximadamente a 21, con la finalidad de que la generación de energía pueda ser óptima. Sin embargo, el río Madera con la fuerza de sus afluente sobrepasó los 20 metros, “las usinas sobrepasaron su límite y es necesario evaluar cómo los ríos Beni, Mamoré, Abuná de Bolivia que llegan al río Madera encontraron una concentración del agua y tuvieron que desviar su curso, magnificando la crecida”, aseguró.
Otro efecto que ocasionó la afectación fue la sedimentación de los afluentes, el 50 por ciento de la sedimentación llega a través del río Madera.
URGENTE
El profesional sostuvo que las recomendaciones de mayor importancia que deben asumir las autoridades (de ambos países) es realizar un análisis de efecto remanso, de los tributarios al río Madera.
A ello se debería sumar un estudio de sedimentación que mide el fondo del río a través de un estudio denominado “topobatrimétricos”, que compara los datos históricos con los actuales.
“Al estar en la misma cuenca es necesario cambiar información para hacer estudios en el río Madera, porque estos pasaron sobre la voluntad del Gobierno Boliviano”. Si la hipótesis se verifica el año 2015 la afectación será mucho mayor.
LICENCIA AMBIENTAL MANIPULADA
Para la construcción de un megaproyecto como las represas se requieren de muchos estudios técnicos, a fin de garantizar que los impactos ambientales serán controlados.
Los estudios fueron realizados por las empresas interesadas. “Si la empresa quiere hacer negocio todo es viable, se compensaron los estudios de ambas y fueron minimizados sus riegos o maquillados. Ese fue un gran error, por eso denunciamos esté hecho, porque es un ejemplo de estudios que se aprobaron frente a una realidad diferente”, expresó.
Según el experto más de la mitad de las condicionantes no están cumplidas y el funcionamiento de las represas es real, “la validación fue política y no técnica a favor de las empresas interesadas”, aseguró Novoa.
LOS ACTORES
La Comisión de expertos donde se incluye el ingeniero Jorge Molina de Bolivia, bajo el auspicio de la Universidad Mayor de San Andrés, realizan las investigaciones necesarias, a través de un permiso judicial que otorgó la justicia brasileña con la finalidad de obtener información, ante la negación de facilitación de datos.
DATOS
- El juez federal Herculano Martins Nacif obligó a las empresas responsables de las hidroeléctricas a proveer a las poblaciones afectadas todas sus necesidades básicas, incluyendo vivienda, alimentación, transporte, educación y salud, según reportó EFE.
- El fallo judicial considera que las constructoras de las represas “subdimensionaron” el tamaño de los reservorios, por lo que les obligó a rehacer sus respectivos estudios de impacto ambiental.
- Las dos represas están ubicadas en el río Madera, en el estado de Rondonia, fronterizo con Bolivia, y las inundaciones han tenido efecto en ese estado, en el de Acre y en el de Amazonas, donde miles de personas han sido obligadas a dejar sus hogares o se han quedado aisladas.
- La empresa brasileña Odebrecht, que construyó Santo Antonio, solicitó el 2004 una licencia preliminar en Bolivia a fin de realizar estudios para la construcción de las represas en territorio boliviano.
- De aceptar el trato hubiera tenido un derecho preferente para construir las represa de Cachuela Esperanza y la de Riberao, cuya construcción sigue pendiente.
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