Luego de la crisis, habrá sorpresas de los EEUU

La grave crisis que soportó Estados Unidos hace un par de años, daba lugar a creer, especialmente en países contrarios a sus políticas, que “ha llegado el fin del capitalismo y, con él, de EEUU”. Los graves problemas que tuvo que enfrentar han sido difíciles de superar en corto tiempo; sin embargo, varios años después, el panorama general del país del norte mostraría que fue posible superar gradualmente lo que se consideraba imposible.

Analistas norteamericanos y de muchos países del mundo, sostenían que la crisis depresiva ha sido muy grande, “superior a las fuerzas y posibilidades de soportar del gobierno norteamericano” porque, se dijo, “se ciernen sobre el régimen de Obama complicaciones políticas que serán aprovechadas por los republicanos, especialmente por las fisuras y desacuerdos habidos al interior de los demócratas”. Lo grave de esta situación es que ha influido grande y gravemente en las economías de casi todos los países del mundo, particularmente europeos, que se han visto afectados y veían con mucho pesimismo una recuperación.

Sin embargo de todo lo negativo y pesimista que había, el gobierno de Barack Obama supo superar las diferencias en el Congreso y encarar la mayoría de sus problemas: en primer término, venció el riesgo de default, logró adoptar medidas que permitan disminuir la excesiva deuda externa, asegurar los sistemas impositivos, dar confianza al capital privado -principal sostén de su economía- y, sobre todo, mostrar que ese país, con todas sus posibilidades para vencer cualquier dificultad, lo haría en tiempo relativamente breve.

Efectivamente, hoy se ve los resultados y en primer lugar está el problema del empleo, porque Obama, recurriendo a muchos argumentos ante el capital privado, logró que el caso sea superado y, lo más notorio es que se abrió campo para todos los que quieran trabajar renunciando a los subsidios gubernamentales. Por otro lado, se muestra pruebas fehacientes de que Estados Unidos es, como en el pasado lejano, el mejor sitio para las inversiones, hasta el extremo de notarse subidas increíbles en los dos últimos años, como una especie de confianza en la solución de los problemas enfrentados.

Para muchos países, los logros habidos en el país del norte “no tienen importancia”. La reacción es, por supuesto, interesada, porque habría especialmente en corrientes políticas ya obsoletas, el deseo de que fracasen todos los sistemas en el país más rico y desarrollado del mundo. Una prueba terminante de ello es que en el campo del gas, los productores del mundo se han puesto en problemas porque Estados Unidos importaba gas licuado entre el 80 y 90%, que consumía y actualmente ha reducido esa cifra al 18%, gracias a su avance tecnológico para explotar eficientemente sus yacimientos de shale gas y shale oíl (petróleo) de esquistos. Por otra parte, hasta hace un año tenía un déficit comercial en petróleo de 355 mil millones y ahora muestra un superávit de 20 mil millones que irá aumentando en los próximos años. A finales del decenio, EEUU podría superar, con creces, la producción de los productores de la OPEP, con excepción de Arabia Saudita que ocupa lugar privilegiado.