Una serie de actividades programadas fueron canceladas de manera imprevista y el hermetismo del Vaticano aumenta la incertidumbre y preocupación por la salud del Papa Francisco, quien ayer suspendió su visita a un hospital de Roma.
La sala de prensa de la Santa Sede informó que una “leve indisposición” obligó al pontífice a anular una actividad en el Policlínico Gemelli, ubicado en el norte de la capital italiana, que debió empezar a las 15:30 horas local (13:30 GMT).
La suspensión fue de último momento, de hecho cientos de personas se habían congregado en una plaza dentro del complejo del hospital, donde todo estaba listo para que el Papa oficiara una misa.
En un inicio se informó a los periodistas que el Papa llegaría 30 minutos tarde, luego se anunció la cancelación del encuentro.
Esta es la segunda ocasión en que el Papa Jorge Mario Bergoglio cancela sus actividades en el lapso de dos semanas y la cuarta en lo que va de este año.