Lucha por reflejar el día a día de las personas
Para esta valiente y galardonada reportera, lo más gratificante de hacer periodismo de investigación es que se puede cambiar vidas. “Cada persona tiene una historia espectacular esperando ser contada”, afirma.
A pesar de haber obtenido muchos premios y reconocimientos en los últimos años, gracias a sus trabajos de investigación, notas sociales y crónicas, Adriana Gutiérrez no cree estar todavía viviendo su mejor momento en el periodismo.
“Si digo que estoy viviendo mi mejor momento sería una tontería porque un periodista tiene que hacer todos los días algo para ser diferente y mejor. Cuando entras en la monotonía no tiene sentido ser periodista”, afirma la aguerrida reportera de PAT, a quien la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) distinguió con la Medalla “Huáscar Cajías Kauffman” por su decidido y valiente trabajo que ha permitido develar complejas realidades del país. “Este premio me dieron por mi trayectoria, por la investigación y sí, un poco por la valentía digamos (sonríe) porque me he metido en cosas bien duras”, cuenta Adriana, quien, entre otros galardones, recibió un premio internacional a la calidad periodística, dos reconocimientos por su lucha contra la violencia contra la mujer y otro al mejor reportaje que le otorgó también la APLP.
La reportera sostiene que le apasiona el periodismo desde que comenzó su carrera hace 14 años. “Yo no pensaba ser periodista, pero cuando tienes buenos maestros y te infunden esa pasión y tienes ese bichito ahí dentro, pues sientes que cada día hacer algo nuevo es fantástico”, aseveró.
Gutiérrez confiesa que el periodismo le ha dado muchísimos amigos y gente que tiene historias fantásticas que contar. “Por ejemplo, hace ocho años hice una nota de la prostitución y ahí conocí a una trabajadora sexual y hace dos días me encontré con ella después de tanto años, me abraza y le pregunto: qué ha sido de tu vida y me dice que su vida cambió, que es comerciante y que tiene su negocio. Esas cosas son lindas y una gran satisfacción personal que tal vez nadie la sabe, pero no te olvides que los grandes triunfos y las grandes felicidades del mundo se dan en cada lugarcito escondido en el corazón”, cuenta.
Según Adriana, lo más gratificante de hacer periodismo social y de investigación, a través de crónicas y reportajes, es que se puede lograr grandes resultados.
“A veces haces seguimientos de años como el tema de los chutos, que duró dos años, y puedes cambiar vidas y darte cuenta que tú eres especial, que tu historia es especial y que tú eres importante, seas quien seas, no sólo los políticos pueden tener una buena historia sino la gente común”, expresa.
La periodista está convencida de que el camarógrafo juega un importante papel en su trabajo. “El camarógrafo es la base fundamental porque trabajamos juntos, a veces nos toca no comer, no dormir y yo tengo uno asignado que es Ariel Ramírez, que todos los días sale conmigo, pero también tengo otros con los que salgo para hacer mis investigaciones, por ejemplo Juan Vera, Pablo Tudela y otros que, sin duda, son vitales”, mencionó.
Consultada sobre cómo ve el periodismo de investigación que se hace en el país, la comunicadora respondió: “Nos falta mucho, a veces creemos que una simple crónica ya es investigación, cuando en realidad los parámetros son totalmente distintos. Yo creo que está surgiendo más un periodismo social, donde tú te acercas a la población, tú puedes contar sus historias y ellos te pueden contar su vida porque al fin al cabo la gente tiene que identificarse y verse en la televisión porque la tele es para el pueblo, para la gente”.
Adriana dice ser una periodista aguerrida y entregada 100% a su trabajo. “Eso tiene que ver con el carácter y la vida misma… tengo un carácter muy fuerte, pero también soy muy tranquila, me gusta vivir al máximo cada segundo de la vida. A veces hago viajes de una, dos semanas, fines de semana y cuando tienes una pasión por algo lo haces al 100%”, cuenta.
Su próximo proyecto es dar clases en la Fundación para el Periodismo que busca la educación dual, es decir proyectar periodistas que estén preparados para las nuevas tecnologías. “Si antes querías que te vea tu ciudad o país, ahora un periodista es del mundo subiendo tus notas al youtube, al Internet o mandando notas vías watsap o cosas de ese estilo. Yo voy a dar temas de nuevas tecnologías, esas cosas que todos los periodistas debemos saber”, afirmó.
En lo profesional, Adriana dice ser hoy “una periodista que todos los días lucha por hacer historias diferentes, por reflejar el día a día de las personas y decirles que sus historias también cuentan, que ellos también tienen que aparecer en la tele y que trabajamos para ellos, que cada persona tiene una historia espectacular esperando ser contada”. Y en lo personal, confiesa ser “una mujer que le gusta viajar y que le encanta ser libre”.
“SOY HIJA DE PAT”
Periodísticamente hablando, Adriana Gutiérrez hizo toda su carrera en la Red PAT, por lo que afirma: “Soy hija de PAT (sonríe)”.
La periodista les tiene un cariño especial a Mario Espinoza, Amalia Pando y Carlos Mesa porque ellos fueron como sus tutores cuando llegó a PAT para hacer sus prácticas.
“Cuando yo llegué lo menos que quería es ser periodista, yo quería ser productora, hacer cine… pero cuando comencé, ellos me fueron mostrando al igual que la China Guzmán que el periodismo es algo más que llevar un simple micrófono. Durante estos 14 años que estoy en PAT ha habido varios jefes, gente nueva y lo más lindo es que PAT comparte la pasión que tengo por el periodismo. He recibido varias ofertas (de otros medios), pero yo en PAT me siento bien, es como mi casa y familia, soy feliz de trabajar ahí”, destaca.
LA NOTA QUE LE MARCO
“La nota que me partió el corazón fue de un niño que lo dejaron abandonado en el basurero en Villa Victoria, el José Manuel, era un chiquito que se lo iban a comer los perros. Primero lo llevaron al Hospital del Niño y luego al Arco Iris y ahí se lanza una campaña y, sin duda, es algo gratificante porque con esa nota gané un premio con UNICEF. Hoy el niño tiene un hogar y logramos que lo adopten, eso ha sido muy gratificante. El tema de los chutos también fue un tema interesante por el seguimiento y trabajo que hicimos a lo largo de dos años”.