Aduana Nacional brinda poco apoyo a la investigación científica

Desde el año 2011 el “Proyecto de Plutons” a cargo del Geofisico Martyn Unsworth de la universidad norteamericana de Alberta viene realizando diferentes estudios de prevención sobre la detección de volcanes en territorio nacional, siendo analizado el Uturunco, ubicado a 6.017 metros sobre el nivel del mar, como uno de los volcanes con mayor actividad.

Con el mismo parámetro, cerca de 10 universidades internacionales efectuaron el mismo procedimiento de investigación junto con el Observatorio San Calixto en Bolivia, y también en Chile, Perú, Ecuador y parte de la cordillera Andina, donde cerca de 10 volcanes fueron identificados y de ellos tres, el Gallartieri ubicado en Chile; Ollagüe en el norte de Lípez, cerca del Sajama y el Putuna ubicado en el sud Lípez, son los volcanes que presentan mayor actividad.

Dichos estudios tuvieron que ser realizados en un tiempo mínimo ante los obstáculos burocráticos y perjudiciales de la Aduana Nacional de Bolivia, que no permite la internación de equipos tecnológicos para las mediciones de ondas electromagnéticas, para analizar el comportamiento en la profundidad de la tierra y sus movimientos constantes, con la finalidad de establecer no sólo la existencia de volcanes, sino la actividad de los mismos. Estos estudios podrían ser utilizados de manera preventiva por el propio Estado, con la finalidad de que sean aplicadas nuevas políticas científicas y de prevención, sobre todo en las poblaciones civiles asentadas en las regiones donde están ubicados los mencionados volcanes, como es el caso de Quetena Chico, donde está el volcán Uturunco.

Esta problemática ha ocasionado que un estudio científico que debía ser realizado en un año tuviera que reducirse a tres meses, por el plazo limitado que da la Aduana Nacional de Bolivia para la internación de equipos tecnológicos. Este factor perjudica los procesos de investigación preventiva, para la identificación de volcanes y sismos en el territorio nacional, cuyos resultados podrían ser parte de la política preventiva de municipios, gobernaciones y del Estado en general.

Lamentablemente, en el territorio nacional no se cuenta con los equipos para el análisis de la estructura geológica y de los eventos que anticipan la actividad de volcanes explosivos, como las fumarolas (emisión de vapor, gases a través de los cráteres), el magma (material viscoso que se encuentra en el interior de la corteza terrestre), los piroclastos (fragmentos sólidos de material volcánico expulsado a través de la columna eruptiva). Tal proceso de investigación debería contar no sólo con mayor tiempo y el permiso para la internación de equipos, sino que debería ser acompañado por profesionales de la Aduana, instancia que demuestra tanto recelo. De esta manera sus funcionarios podrían por lo menos aprender fuera de sus oficinas y no limitarse al simple sellado de documentación.

Esperemos que este aspecto sea motivo de reflexión no sólo de la dirección de la Aduana Nacional de Bolivia, sino de otras instancias que si bien tienen la tarea de proteger los intereses nacionales, no deberían por confusión causar perjuicio a proyectos científicos que en el futuro puedan beneficiar mucho más a la población y el territorio nacional, antes que ser obstaculizados por una política coyuntural.

Consideramos que debiera ser el Gobierno Nacional el que atienda estas necesidades especiales, dada la finalidad del estudio y el interés nacional. Por lo tanto debiera sacarse una disposición excepcional que amplíe los plazos temporales para internación de estos equipos y adecuarlos a los plazos de estudio integral.

La autora de esta nota es licenciada en Comunicación Social.