Los sabios griegos Platón y Aristóteles fueron los creadores de estas dos corrientes de pensamiento que en el pasado Siglo XX conmocionaron al mundo en la llamada guerra fría, encabezadas por dos superpotencias que emergieron de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos de Norte América y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), hasta el derrumbe de ésta última y de los países bajo su influencia a principios de los años 90 de ese siglo, aunque hoy todavía en el mundo existen un par de regímenes comunistas cual muestras de museo de historia y que lentamente van dejando los principios de esa ideología y se abren al capitalismo en su versión de economía de mercado.
Platón en su obra La República diseñó las clases sociales, cada una con un rol determinado en la sociedad, y las dos superiores no deberían tener propiedad privada y vivir en comunidad y al servicio del Estado, por eso es el primer comunista teórico.
Aristóteles, discípulo de Platón, sostuvo los valores democráticos, entre ellos la libertad en el acceso a la propiedad privada.
A partir de esta dos corrientes: el comunismo de Platón y la democracia de Aristóteles que además fue practicada en Atenas como democracia directa, se construyeron dos líneas de pensamiento que dividieron y enfrentaron al mundo, por un lado el liberalismo nacido de la Revolución Francesa, con su modelo político la democracia y su expresión económica, el capitalismo, por un lado, y por otro el socialismo de corte comunista planteado por Carlos Marx y Federico Engels que en 1848 dieron a luz su Manifiesto Comunista, que inspiró a los bolcheviques rusos en 1917, para tomar el poder e instaurar el socialismo o dictadura del proletariado, basado en la no propiedad privada de los medios de producción y el individuo al servicio del Estado.
Los fundamentos filosóficos del socialismo marxista están planteados en el Materialismo Histórico o concepción materialista de la historia, que dice que la historia de la humanidad no es sino la historia de la lucha de clases, entre los que detentan la propiedad privada de los medios de producción y los que venden su fuerza de trabajo. En consecuencia deben ser éstos últimos, los trabajadores y obreros, los que deben tomar el poder del Estado e instaurar la dictadura del proletariado o socialismo, para luego que se haya efectuado esta etapa en todo el mundo, pasar al comunismo, donde no debería existir el derecho y Estado, una etapa utópica.
Lo cierto es que los regímenes socialistas de corte marxista que se instauraron en el mundo en el pasado siglo, acabaron en el fracaso y el derrumbe estrepitoso a principios de la década de los años 90 del pasado siglo, sin haberse aproximado siquiera al paraíso terrenal para los trabajadores, más al contrario, suprimieron las libertades y sometieron a sus pueblos al servicio del Estado, encarnado en los caudillos de los regímenes totalitarios. El gran estadista inglés Winston Churchill sentenció: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la práctica de la envidia. Su efecto inherente es la distribución igualitaria de la miseria”.
La democracia es el sistema de gobierno del pueblo y para el pueblo, como la definió Abraham Lincoln, donde las libertades individuales son la base del mismo, convertidas en derechos, cuya máxima expresión son los derechos humanos, consagrados en este tiempo como universales.
La libre elección por el pueblo de sus gobernantes; la división e independencia de los órganos o poderes del Estado; el estado de derecho, entendido como el sometimiento de gobernantes y gobernados a la ley; la libertad de prensa irrestricta; la libertad de pensamiento y actividad política; mayorías y minorías en el poder político del Estado, las primeras gobernando y las segundas fiscalizando; la presencia de todos los sectores de la sociedad en las instancias del poder público son algunas de las características de la democracia.
Extrañamente en nuestra América Latina, algunos ex guerrilleros, ex terroristas de militancia comunista, ahora son administradores de la democracia, que la mal utilizan convirtiéndola en “democradura”.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |