El gran escritor y explorador Juan B. Coimbra apuntó que a fines del siglo XIX, “intrépidos exploradores hicieron el reconocimiento de todas las vertientes que aparecían por el lado de Iténez, del Blanco y del San Miguel. Entre ellos, muchos científicos europeos. Estos últimos fueron los primeros en acopiar datos geográficos y en ver todas las posibilidades de una segura comunicación con el Atlántico. Al mismo tiempo que los Vázquez, Arteaga, Salinas, Cárdenas, Vaca Diez, Salvatierra y tantos otros, descubrían la hevea, estableciendo trabajos en las márgenes de Madre de Dios, Orton y sus afluentes”.