SOCIEDAD
“Mis hijos y yo sufríamos violencia intrafamiliar, física y emocional de parte de mi esposo que es alcohólico hace más de 14 años. Me sentía sola, deprimida y traumatizada por tanto golpe, pero gracias a la fundación Yanaphtita, a la que acudí, por referencia de una amiga me dieron apoyo psicológico y laboral, para salir adelante”, aseguró María Rivera una mujer que sufría maltrato.
En la actualidad esta familia monoparental, se encuentra en plena etapa de recuperación, con terapias psicológicas y ocupacionales, que le ha permitido seguir unida, dejando atrás poco a poco esa vida traumática que llevaron junto al padre de familia que continúa sumido en la adicción.
La fundación Yanaphtita comenzó su labor hace 8 años, con el apoyo decidido a grupos vulnerables como: mujeres, niños, adolescentes y ancianos en situación de maltrato, además de apoyar a la organización protectora de Animales S.O.S,
“Yanaphtita es una palabra aymara que significa ayúdame. La institución trabaja desde el 2006, con el propósito de organizar proyectos y programas destinados a elevar el nivel de vida de las mujeres, niños, adolescentes y ancianos desamparados, brindándoles educación, salud y albergue transitorio”, explicó Celeste Paravicini, presidenta de la fundación.
El directorio de esta institución está conformado por Celeste Paravicini, Jorge Ortiz, José Inchausty, Ramiro Aparicio, César Delgado, Juan Irigoyen (niño pingüino), Jennifer Mendoza, Hernán Rada y Emilio Salmón.
“El primer proyecto que pusimos en marcha fue el de apoyo a la mujer maltratada y a las que tenían adicción a las drogas o alcohol, para lograr la rehabilitación de las mismas. La institución cuenta con áreas especializadas como: ginecología, psiquiatría, medicina interna y la parte legal”, dijo Paravicini.
La presidenta aseguró que se realizaron campañas destinadas a proporcionar documentación a quienes, por razones económicas, no contaban con sus papeles de identificación, como el certificado de nacimiento o carnet de identidad, que son indispensables para cualquier trámite y para acceder algún trabajo que así lo exija.
ACTIVIDADES
La mencionada institución ha trabajado bastante con mujeres que han sido maltratadas física o emocionalmente, así como aquellas que por diversas razones son adictas a la droga o alcohol. Las beneficiarias cuentan con apoyo de profesionales que brindan su atención sin costo alguno.
“El apoyo psiquiátrico es importante para las mujeres que han sufrido violencia intrafamiliar por mucho años, no es suficiente con llevarlas al médico o con terapias, sino que necesitan tener un ingreso propio para autosostenerse y, en ese afán, se han desarrollado talleres de telares, alfombras y macramé, en Ciudad Satélite de El Alto”, agregó la presidenta de la fundación.
También se realizó una actividad para los niños con la apertura de un taller destinado al aprendizaje del voleibol, para diferentes edades, donde el profesor imparte sus conocimientos, con la idea de formar un equipo competitivo en esta disciplina y despertar el interés por el deporte.
FUNDACIÓN
La experiencia que tuvo Paravicini en Suecia le permitió ver otras realidades muy distintas a la nuestra, por ejemplo, el patriarcado es parte de la cultura de algunos países como Irak e Irán, donde la mujer es sometida. A diferencia de los países latinoamericanos que tienen mayor libertad e igualdad de género.
“Gracias al trabajo que realicé en proyectos pude viajar al África e India, donde niños, mujeres y ancianos vivían en la máxima pobreza. Y se pudo llevar ayuda en alimentos.
Sin embargo, pese a la voluntad de gobiernos como Suecia, no se logra alcanzar a todos los países vulnerables”, dijo Paravicini.
En Bolivia Yanaphtita cuenta con la colaboración de algunos medios de comunicación como la radio Cruz del Sur, para conseguir trabajo para las empleadas del hogar, carpinteros y plomeros, quienes están avalados por la fundación, que se encarga de mantener sus documentos en orden.
RESPONSABLE
Celeste Paravicini vivió cerca de 29 años en el exilio en Suecia, por entonces era Secretaria Bilingüe del desaparecido Marcelo Quiroga Santa Cruz y, posteriormente, realizó estudios como proyectista en Estocolmo, experiencia que la llevó a crear esta fundación en Bolivia cuando retorno al país.
“Como proyectista fui formada en las áreas de salud, educación y psicología, que me permitieron elaborar un documento con todas aquellas necesidades, sobre las que quise trabajar en mi país, para ayudar al sector más vulnerable como son las mujeres, niños y ancianos”, puntualizó Paravicini.
Femenina consultó a Celeste Paravicini cuál debería ser el mecanismo para erradicar la violencia contra las mujeres, niños y ancianos. La respuesta fue que la educación es primordial para que las personas conozcan sus derechos y los hagan respetar, y para que las autoridades lleven con celeridad cada caso denunciado.
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