El Ejército israelí intensificó ayer su ofensiva aérea contra Gaza, donde atacó a más de 160 objetivos con fuego de artillería naval y cazabombarderos que han causado la muerte de al menos 68 personas, incluidos siete niños.
La aviación y la marina centraron sus esfuerzos sobre las lanzaderas de cohetes palestinas, que no cesan de caer desde que arrancara la operación, y contra posibles túneles, que considera una de las principales amenazas.
Fuentes militares manifestaron a Efe que uno de los temores es que las “Brigadas Azedín al Kasam”, brazo armado del movimiento islamista Hamás, pueda utilizar estos subterráneos para intentar infiltrarse.
Los misiles israelíes mataron ayer a otras 19 personas, la mayoría civiles, en intensos bombardeos en el norte, sur, centro y este de la Franja.