Rusia volvió a plantear ayer al resto de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU la aprobación de una resolución que exija el fin de la violencia en Ucrania, un paso hasta ahora bloqueado por las diferencias que las potencias occidentales mantienen con Moscú.
En lugar de plantear un proyecto de resolución -algo que ya hizo sin éxito hace más de un mes, la delegación rusa distribuyó ayer al resto de países un documento con varios puntos que considera prioritarios para tratar de negociar con base en ellos, informó Efe.
Entre otras cosas, Moscú quiere que el Consejo exija a todas las partes del conflicto el cese de la violencia, que exprese su preocupación por el aumento de la violencia contra los civiles en el este de Ucrania y que respalde las propuestas que están sobre la mesa para tratar de lograr una solución negociada a la crisis.